Derecho de réplica
Yolanda Montalvo
Con un bajo perfil y acatando al pie de la letra las leyes y los tiempos electorales, los precandidatos del Partido Revolucionario Institucional, José Luis “Chanito” Toledo por el distrito 01 y Arlet Molgora Glover, distrito 2, avanzan firmes en su objetivo.
Van de lugar en lugar visitando a los integrantes de la Convención de Delegados del PRI. Más del 70% de ellos ya fueron visitados por los precandidatos.
El 18 de febrero, a las cinco de la tarde en Playa del Carmen, los 2 mil 233 delegados con derecho a voto, se reunirán para ratificar la candidatura de “Chanito” como diputado
Este aspirante le dedicó mucho tiempo al área conurbada de Cancún, parte que corresponde al distrito que pretende representar, por lo que lo que resta del tiempo visitará Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, Solidaridad y Cozumel.
Aunque las reuniones se hacen con discreción, José Luis Toledo fue invitado a festejar un cumpleaños con el gremio de los taxistas del Sindicato Andrés Quintana Roo, donde demostró el poder de convocatoria y el apoyo con el que cuenta.
Bola de envidiosos y pobres
Los que no son muy discretos que digamos, son los del PVEM y pese a las denuncias ante el Instituto Nacional Electoral, que pesan en contra suya, por la entrega de despensas que realiza la Fundación “Niños Verdes”, interpuestas por el PRD y a la que se sumó el PES, ahora regalan lentes.
A inicio de semana y después de las pataletas de los partidos mencionados, el todólogo (porque es diputado estatal con licencia y presidente del Comité Directivo Estatal del Verde Ecologista en Quintana Roo y precandidato a diputado federal por el distrito 3), Remberto Estrada Barba, negó, más que Pedro a Cristo, el que el PVEM regalara los espejuelos.
Dijo que son puras “envidias” (léase, porque los demás no tienen lana para ello), y que el solo regaló 4 pares a sus cuates.
No les faltarán recursos, ni fundaciones para distribuir apoyos, pero sí discreción, pues en plena Plaza Bonita, la que está en el 28, se reunió un centenar de personas con vale “verde” en mano para solicitar sus nuevos “ojos”. Un “poco descarado” ¿no lo cree usted?