¿Quién no ama tomarle fotos a sus pequeños?
Como papás orgullosos queremos presumir a nuestros retoños todo el tiempo. Pero muchas veces no nos damos cuenta que podemos estar atentando contra su autoestima y privacidad. –Sí, los niños también tienen derecho a la privacidad, o peor aún, estamos exponiéndolos a que sus fotos sean usadas en pornografía infantil, secuestros de pedófilos al acecho, traficantes de órganos y muchos otros peligros que aumentan con una simple imagen.
Es por eso que te damos 7 consejos sobre las fotos de tus hijos que NO debes publicar en redes sociales.
1. Fotos a la hora del baño o con poca ropa
Además de que debemos respetar la integridad del niño, ya que cuando crezca quizás se sienta incómodo de que en Internet rondan fotos de sus partes privadas, existen en la web algunos sitios que se encargan de coleccionar fotos de niños y vendérlas para un mal uso.
Antes de tomarle la foto a tu hijo apaga el localizador o GPS de tu celular. Es importante que no le comuniques al mundo los lugares que tu hijo frecuenta. Desgraciadamente son comunes los secuestradores que sacan toda su información a través de lo que tú publicas en Internet.
Es muy importante que NUNCA des información sobre EL NOMBRE DE TU HIJO su rutina, y sobre donde encontrarlo que luego pueda ser usada por secuestradores o extorsionadores.
4. Evita subir fotos de tus hijos en HD
Cuando subes una foto a internet, la redes sociales te advierten que perderás el dominio sobre ella. Cuando subes una foto en resolución HD harás más fácil el trabajo de los que se encargan de editar las fotos en los sitios de pornografía infantil.
5. Fotos donde aparezcan cosas de valor
A nadie le interesa que tu hijo tiene una Tablet, pero cuando muestras objetos de valor en sus fotos, aumentas los riesgos.
Modifica el nivel del filtro de tus fotos a uno de mayor privacidad para que tú elijas quién puede ver tus fotos.
No subas fotos de otros niños que no son tus hijos sin el consentimiento de su padres. Antes de subir cualquier foto, pídeles permiso ya que algunos padres no desean que sus hijos se expongan al público.