EL CASTILLO ¡FUCHILA! CON EL ALIENTO DE BEBEDORES
Al igual que quienes prestan sus servicios en el ramo turístico, los constructores ocupan un lugar preponderante dentro de la sociedad de la entidad. De ellos, los albañiles son quienes se encuentran totalmente desprotegidos. Las secciones sindicales tanto de la CROC como de la CTM solamente los utilizan para el cobro de cuotas pero, difícilmente supervisan si están registrados en el Seguro Social y si cuentan con algún seguro de vida al desempeñar labores en alturas desde las cuales una caída es mortal, tal y como se ha visto. Por ley, quienes construyen deben dar de alta a estos trabajadores, sin embargo y como sucede en muchos renglones, la corrupción permite no cumplir a cabalidad con esta prestación. Como se trata de empleos temporales no generan antigüedad y mucho menos ahorro para pensionarse; no se conoce de algún programa de vivienda al que puedan tener acceso porque esa misma temporalidad impide acumular los créditos suficientes marcados por el Infonavit. Vemos así capas sociales totalmente indefensas, integradas por quienes son piezas fundamentales de desarrollo. En los puntos turísticos los alarifes tuvieron la necesidad de invadir, luchar por la llegada de servicios y, posteriormente ir levantando sus casas como Dios les dio a entender. Ojalá en algún momento y fuera de las organizaciones sindicales el gobierno se encargue de tan valiosos ciudadanos.
Los micrófonos y las féminas se pusieron de moda en la elección a la alcaldía de Benito Juárez y para los distritos electorales federales. Karla Romero y Mara Lezama, la primera abanderada por la coalición PAN-PRD-MC va por la conquista del Distrito III y la segunda es la abanderada de Morena en el proceso para la presidencia municipal. Para Karla pudiera existir un gran apoyo otorgado por quienes encontraron buenas posiciones al apostarle a la fórmula poseedora del gobierno estatal. Mara, tendrá en los seguidores de Andrés Manuel López Obrador una buena base para arrancar. La otra fórmula, la del PRI con el Verde, no ha tomado una decisión definitiva en ninguno de estos dos cargos de elección popular. Sigue el juego y rejuego de nombres, de aceptaciones, de renuncias y de recordatorios sobre desempeños anteriores. El PRD tiene en posición de arranque a Miguel Ramón Martín Azueta en el Distrito I, a Karla Romero por el III y a Gabriela López por el IV. Movimiento Ciudadano, integrante de la alianza “Frente por México” tiene como abanderado a Luis Torres Llanes, quien compite por el Distrito II. El PAN tuvo mano en la designación para el senado y aparece Mayuli Martínez Simón en primer lugar llevando como compañero de fórmula a Julián Ricalde Magaña del PRD. Ese ha sido el reparto del pastel en lo referente a curules, todavía falta dejar totalmente integradas las planillas para alcaldías.
Nos hablaron de una situación verdaderamente preocupante por ser atentatoria de los derechos ciudadanos y base de la tan rechazada corrupción. Se formó un observatorio ciudadano para checar lo relacionado con las inspecciones a conductores en la operación alcoholímetro. Lo visto rompe con todas las intenciones de crear confianza y muestra la inexistencia de la lucha anticorrupción. “El Torito”, no solamente es un área insalubre sino que, en su interior, todo está permitido. Hace mucha falta la supervisión de la autoridad superior y, sobre todo, la determinación de detener tantos abusos cometidos por uniformados de todos los colores y sabores. Por cierto, los medidores de grados de alcohol no sirven, se descompusieron los pocos que había. Tienen un costo más o menos de 800. Adquirirlos o repararlos puede ahorrarles a los policías el suplicio de olfatear un buen número de malos alientos. “Sópleme” ordenan al momento de hacer un hueco con las manos, acercar la nariz y aspirar profundamente. ¿Se imagina el aroma a percibir cuando uno de los inspeccionados sufre de males biliares, le sacaron una muela o simplemente no se lava los dientes? Tal vez por eso siempre vemos policias irritados y, la verdad, no es para menos. ¿No les alcanza con lo recaudado en multas para adquirir el equipo necesario e imprescindible? Estos oficiales no requirieron de autorización de la Suprema Corte para aplicar criterios personales, con una aspirada tienen para determinar si el conductor tomó una cerveza o varias, una copa de vino de mesa o una botella, un ron o fueron vodkas; hasta reconocen ¡el olor del carajillo!.