La presidenta municipal de Solidaridad, Cristina Torres Gómez, le abrió la puertas a la `trata de personas´ (prostitución), en plena Quinta Avenida, y con esos negocios ya casi ni siquiera disfrazados, también a las mafias del crimen organizado que cobran en forma de extorsiones el conocido `derecho de piso´, y obviamente controlan la venta de drogas.
Reportes de la Armada de México alertaron desde principios de año la situación en esta ciudad, donde nada ha cambiado. Por el contrario.
Esas actividades se siguen realizando con toda comodidad.
Desde su llegada al encargo, hace un año, Torres Gómez culpa todos los días de los problemas de la ciudad a sus antecesores. Sin embargo, si había sospechas de que antes se pactó con esos grupos criminales que asuelan a comerciantes y atienden las necesidades de drogas de turistas y parroquianos, pareciera que alguien tomó la estafeta de esos compromisos en el actual y permisivo gobierno municipal.
Y es que, a lo largo de la Quinta Avenida han proliferado numerosos `módulos´ donde se ofrecen ofertas de `masajes´ “2 X 1, 40 USD”, dicen los letreros que blanden los y as `enganchadoras´ de esos negocios.
Sin embargo, ahora ya se sabe que una vez que `enganchan´ a sus clientes, la oferta se modifica bastante. El `masaje´ se convierte en un servicio sexual, que se concreta en pequeños locales en las calles interiores de la misma vía, y en algunos casos en locales en segundos pisos.
Es una amplia red que, en principio realiza una actividad reprobada por la sedicente `feminista´ Cristina Torres, en cuya jurisdicción se realiza la `trata de personas´ en forma de prostitución, además de todo lo que rodea a este negocio.
De esta manera, la Quinta Avenida, presumida como una `joya´ turística de la Riviera Maya, esta perdiendo ese `glamour´ que tenía, ofrecido como un paseo gastronómico y de compras. Hoy los turistas que quieren adquirir servicios sexuales o comprar drogas, saben bien que allí lo van a encontrar.
Medios nacionales e internacionales, empiezan a reseñar el nuevo rostro de esta ciudad turística, la más importante de Latinoamérica junto con Cancún, como un `paraíso´ para consumidores de estupefacientes.
Recientemente, los medios estadunidenses The Cannabist, New York Daily News y Boing Boing, dos especializados en información para consumidores de marihuana y el otro de información general, reseñaron que la ciudad de Playa del Carmen ofrecía una atmósfera relacionada con el consumo de esa droga iegal, al grado de que en el interior del Walmart, se encontraba una tienda con una gran variedad de pipas y `bong´s´ de alta calidad, fabricados especialmente para hacerse de los efectos del `tetrahidrocanabinol”. O sea, para fumar cannabis.
Incluso, el portal de noticias “sin embargo”, reseñó esos artículos y lo tituló de la siguiente manera: “Si usted quiere fumar mota en Playa del Carmen, no se apure, Walmart le vende los bongs”.
El portal contactó a un representante de la tienda mayorista Walmart, quien le hizo saber que ese negocio no era de su propiedad, sino que rentaban el local a un tercero.
Sobre la Quinta Avenida hay al menos otros tres negocios que venden abiertamente el mismo tipo de productos, además de `piercing´s´.
Esto publicó El Universal días después de la balacera ocurrida en el festival `Bpm´, al incio de este 2017.
“Un negocio de mil 500 mdd”
“México tiene que actuar e ir a la raíz del problema en el tema de violencia y el narcotráfico; estamos viviendo un proceso similar al de Colombia y no podemos llegar a un estado fallido”, opinó el investigador Juan Carlos Arriaga Rodríguez, quien agregó que los recientes hechos violentos en Playa del Carmen y Cancún son producto de la disputa por la plaza que representa una ganancia anual de mil 500 millones de dólares por la venta de drogas, dijo, basado en un informe de años atrás de la PGR.
“Quintana Roo, en especial la zona norte, es un centro importante del consumo de estupefacientes porque forma parte de las rutas de transporte y trasiego de las drogas para la costa atlántica de Estados Unidos y entonces empieza a haber presencia de los narcotraficantes mexicanos en esta región. Antes eran los colombianos, ahora son los mexicanos”, advirtió Arriaga Rodríguez, secretario técnico de Investigación y Posgrado de la División de Ciencias Políticas y Humanidades de la Universidad Autónoma de Quintana Roo”.
El mismo diario, citando un `Reporte de la Marina´, detalló que las mafias que controlan la venta de droga en Playa del Carmen, son las mismas que cobran el `derecho de piso´ a la mayoría de los negocios, no sólo en la Quinta Avenida, sino en todo el primer cuadro de la ciudad.
De acuerdo con ese reporte, luego de las seis de la tarde, los días uno y 15 de cada mes, jóvenes asociados a mafias centroamericanas, como la `Mara Salvatrucha´, son los encargados de hacer la recolección del producto de esas extorsiones.
Hoy en día, esos jóvenes, muchos con el rostro tatuado, se pasean visiblemente por Playa del Carmen sin ningún problema, visitando los negocios. Ya sabemos cuál es su trabajo.
El diario capitalino “Excelsior”, publicó por su parte lo siguiente:
“Los Talibanes y Los Pelones, grupos vinculados al cártel del Golfo (CDG) controlan el tráfico y venta de droga en el estado de Quintana Roo, según un documento de la Procuraduría General de la República (PGR) fechado en noviembre pasado.
“Ambas organizaciones distribuyen y comercializan mariguana, cocaína, así como metanfetaminas en playas, discotecas, comercios y clubs privados principalmente en la capital del estado, Cancún y en Playa del Carmen.
“Reportes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, mencionan que ambas agrupaciones utilizan a conductores de taxis, así como a personas que laboran en las playas para informar de los operativos que realiza el gobierno federal para combatir el narcotráfico.
“También, se tienen identificados bares y establecimientos de trata y prostitución de mujeres y menores en la zona costera y en los barrios de escasos recursos que se encuentran en la entidad”.
Esto reseñó en su momento el portal “La Silla Rota”, que dirige el periodista Roberto Rock, quien fue por largos años director editorial de El Universal.
“Lo mismo sucede en Playa del Carmen, del municipio Solidaridad, donde conseguir drogas es tan fácil como pedirla a transportistas, meseros o prestadores de servicios turísticos, según revelaron fuentes policiacas y comerciantes a La Silla Rota.
“La zona de La Quinta Avenida y la Calle 12 -donde este lunes se registró una balacera con saldo de cinco personas muertas- es conocida por sus bares, antros, restaurantes pero también por ser un área donde los narcomenudistas tienen presencia para satisfacer el consumo de turistas y locales.
“Los vendedores de droga viven principalmente en las colonias El Ejido y Luis Donaldo Colosio desde donde bajan a la zona turística a distribuir; el mercado está peleado por “Los Pelones” y Cártel del Golfo. En este centro turístico la droga más vendida es la cocaína, según ha reportado La Fiscalía”.
Eso ocurría y se consignaba a varios meses de que inició la actual administración municipal. Sin embargo, el panorama no ha cambiado para bien.
La presidenta municipal de Solidaridad, Cristina Torres Gómez, es la pasiva autoridad que presume de una `pureza política´, como si hubiera caído del cielo.
Pero se debe saber que ella ha pertenecido a la administración municipal desde hace varios años. Fue dirigente del PRI municipal de Solidaridad, y secretaria del ayuntamiento en la administración de Filiberto Martínez.
No desconoce el asunto. Al contrario, hoy como responsable de contener este empoderamiento de las mafias más crueles y destructivas, sencillamente las deja trabajar en paz. Por algo.
Se sabe que hay acusaciones muy directas a colaboradores cercanos de la presidenta municipal, en el sentido de que participan de extorsiones a comercios.
Y no es necesario advertir que la ola de actos violentos seguirá ocurriendo.
Nadie debe sorprenderse porque no valdrá ninguna excusa.
Manual para echar a perder el discurso del gobernador
En el marco del 43 Aniversario del nacimiento de Quintana Roo como estado federado, el gobernador Carlos Joaquín pronunció uno de sus mejores discursos.
Un acento tolerante, llamando a la tolerancia, la inclusión y el trabajo común para impulsar a la entidad recorrió toda la lectura de su texto.
“El cambio ya comenzó, está aquí con nosotros y no es propiedad del gobierno, no es propiedad de un grupo, no es propiedad de una persona. Es de todos los quintanarroenses que tenemos derecho a vivir mejor, a más y mejores oportunidades; y yo les pido que no aflojemos, no nos demos por vencidos, ratifiquemos nuestra convicción de cambiar”, dijo en una parte medular.
Y siguió:
“A partir del cambio que esperamos sea para siempre, en Quintana Roo ningún poder quedará subordinado a otro y todos serán garantes de los derechos ciudadanos de la naturaleza de las instituciones y de la integridad y soberanía del Estado.”
“En este aniversario, debemos refrendar que somos depositarios de las peticiones arropadas mayoritariamente por los ciudadanos del último proceso electoral. La primera es proseguir sin titubeos la ruta de la transición democrática, aboliendo todos los reductos del autoritarismo. Lo más urgente es el restablecimiento de la seguridad pública, la disminución de la desigualdad social, el abatimiento de la corrupción y la impunidad, y el mantenimiento del crecimiento económico, regional y sustentable.”
“Hay una sola manera de celebrar el aniversario de nuestro estado: trabajando y trabajando”.
Luego de ese discurso impecable, al estilo que ya rubricó el regreso de la decencia a la administración estatal, en el marco de la misma celebración, el secretario estatal de Desarrollo Social, llamó “gusano” al senador Félix González Canto; éste se fue airado a asestarle sonora bofetada. Ricalde, el secretario de Estado, acabó por redondear el daño a tan emotivo evento.