La conformación social de Cancún, donde se concentran la mayor cantidad de electores, así como también el volumen más alto de familias en condiciones de marginalidad, es un poderoso atractivo para el trabajo que tienen enfrente los candidatos a puestos de elección popular durante el periodo de campañas. Es obvio que en esta zona norte del estado se decidirán los resultados globales de la elección.
Y cuando el reto es ganar los votos, la tentación del pragmatismo, de caer en acciones populistas, que tienden más a reproducir las mismas condiciones de pobreza y olvido que a resolverlas, es muy alto.
Entregar despensas masivamente, regalar láminas de cartón, cobertores o vales para tiendas de conveniencia, es lo más fácil. Sin embargo, la fiscalización de recursos públicos, los ojos ciudadanos de las redes sociales y la propia legislación electoral, hacen cada vez más difícil este tipo de estrategias tan simplonas como efectivas.
El reto de los candidatos, por tanto, es presentar propuestas de campaña que verdaderamente convenzan a los ciudadanos de que elegir tal o cual opción, les beneficiará en el mediano y largo plazo, con programas y acciones de gobierno que les brinden soluciones para mejorar su nivel de vida.
Este proceso electoral, en la coyuntura de la nueva modernidad que aporta el empoderamiento de los ciudadanos en el proceso de comunicación, es un escenario ideal para pulsar qué tan preparados están los ciudadanos para exigir más de sus aspirantes a autoridades, y en contraparte, para observar también si los políticos que quieren convertirse en autoridades son más sensibles y preparados.
Durante las primeras dos décadas de la historia de Cancún, la demanda de un predio fue la principal moneda de cambio que utilizaron los políticos para hacerse de su reserva de votos. Y los políticos de todos los partidos usaron esa necesidad para engrosar su arsenal de sufragios, mediante la intermediación que luego se denominó eufemísticamente `gestiones´.
En aquel entonces la fila de aspirantes y beneficiarios que diariamente hacían largas filas en el desaparecido “Instituto para la Vivienda en Quintana Roo” (Inviqroo), era directamente proporcional al padrón de afiliados del PRI, como después ocurrió lo mismo con el PRD o el Partido Verde en el caso del reparto de despensas, materiales escolares, de construcción, láminas de cartón o zapatos.
Las campañas apenas comienzan y los candidatos ya apuntaron sus estrategias hacia esta región muy bien delimitada de Cancún. Llevaron sus propuestas y con toda seguridad que la recorrerán intensivamente y regresarán recurrentemente a reforzar sus mensajes.
Un estudio muy puntual, denominado “La conformación social del espacio urbano de Cancún: Una aproximación al estudio de la segregación socio-espacial”, realizado para la Universidad Autónoma del Estado de México por los investigadores Octavio Castillo y Alberto Javier Villar, da cuenta de este fenómeno que involucra a las variables del crecimiento urbano y la migración masiva de la ciudad, donde se ve claramente que en los últimos años se ha “enfatizado aún más la diferenciación socio-económica del espacio urbano de Cancún”.
Añade:
“El resultado de este proceso que alcanza ya poco más de tres décadas, y que fue definiendo sus rasgos característicos desde los primeros años del desarrollo de Cancún, es la existencia de una aglomeración urbana integrada por tres ciudades colindantes, diferenciadas urbanística y socioeconómicamente, y claramente segregadas social y funcionalmente: una para los turistas, otra para sectores medios y altos ingresos y la tercera para los trabajadores de menores ingresos…
“De esta manera, se ha conformado un espacio claramente diferenciado y segregado socio-económicamente en el que, siguiendo las etapas de su expansión, es posible identificar una diferenciación marcada de las distintas zonas que la integran. En ella, prácticamente todos los indicadores socio-económicos considerados para este trabajo muestran un espacio central y un área turística, en la que se presentan las mejores condiciones sociales, mientras que se ha configurado una periferia urbana que
se extiende hacia el poniente y norponiente de éste en donde existen los mayores índices de marginalidad”.
No se trata de una novedad para los cancunenses, que entienden claramente que así ha crecido la ciudad. En todo caso, el asunto aquí es la enorme cantidad de consecuencias que se ciernen para el resto de la ciudad y que afectan a todos sus ciudadanos.
Los `anillos´ periféricos de la marginalidad
“En términos generales podemos observar la conformación de dos anillos que se desenvuelven en todo el contorno norte y poniente del área central, en donde se presentan los mayores grados de segregación socio-espacial, medidos a partir de los niveles de educación, acceso a servicios urbanos, servicios de salud y el nivel de ingreso. En el primero de ellos, que comprende las supermanzanas ubicadas entre las avenida López Portillo y 20 de Noviembre como límites sur y norte respectivamente, y las avenidas Chac-Mol y Tulum como límites surponiente y nororiente respectivamente, se observan grados de segregación medio, que sin embargo muestran bajos estándares en los niveles de educación, cobertura de servicios de agua cercanos al 50% de la población y condiciones de ingreso en las que entre el 30 y 50% de la población recibe menos de 2 VSM.
“Al norte y poniente de este anillo, se ubican las zonas con los mayores índices de segregación espacial y las que presentan una mayor dinámica de crecimiento demográfico y espacial, ésta abarca las supermanzanas que se ubican al noroeste de la avenida 20 de noviembre y al poniente de la Avenida Chac-Mol, en ella se presentan los más bajos índices de cobertura en educación, servicios de salud, agua y los menores niveles de ingreso con una población que entre el 50 y el 66% recibe menos de 2 VSM.
“En esta zona es en donde se ubica prácticamente la totalidad de los asentamientos irregulares de la ciudad y se observa la mayor dinámica de venta fraudulenta de predios, entre los asentamientos más poblados y los que presentan las peores condiciones de cobertura de servicios, infraestructura y menores ingresos están Chiapas Siglo XXI, en donde viven unas 22 mil personas; Cuna Maya, con aproximadamente 11 mil habitantes, y el Milagro, donde habitan 4 mil 500 personas, y en particular las colonias Pescadores y Zetina Gasca, ambas situadas en la delegación de Puerto Morelos, y que con cerca de 10,000 habitantes son las que presentan los mayores rezagos en materia de infraestructura y servicios urbanos.
“En conjunto, estas colonias y otros 28 asentamientos irregulares más, según la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), albergan en la actualidad a alrededor de 67,000 personas que representa casi el 12% del total de la población reconocida por el INEGI”.
Una ciudad `fragmentada´y `divida´
“La estructuración del espacio urbano no sólo ha sido un reflejo de esto, sino que además ha reforzado las condiciones de segregación en la medida que se han creado espacios de consumo que más que diversificar la oferta de servicios multiplicando las centralidades en el espacio urbano, han reforzado la separación entre las distintas zonas de la ciudad, al favorecer formas de consumo propias para cada una de ellas que se encuentran totalmente desarticuladas social y funcionalmente.
“La ciudad de Cancún concebida como un proyecto planificado integralmente, ha terminado por consolidarse como una ciudad dividida y fragmentada, y con el paso del tiempo ha consolidado un nivel cada vez más alto de marginalidad y segregación socio-espacial, en donde la población de menores ingresos, que en su mayor parte se emplea en actividades turísticas o de apoyo al turismo, convive en dos realidades absolutamente diferentes y contradictorias, en donde la miseria y la exclusión convive con el lujo y la opulencia”.
`RB Team´, un equipo con vigencia y liderazgo
Apenas Félix González Canto terminó su mandato como gobernador, hizo una declaración que tiene toda la vigencia hasta este momento.
Dijo: “Me declaro un soldado del gobernador Roberto Borge Angulo”, y en ese sentido asumió una actitud institucional, y dedicó su tiempo completo a los asuntos que competen a su encargo como Senador de la República.
En este proceso electoral, el senador asumió una actitud proactiva a favor de la campaña de su partido, como lo han hecho todos y cada uno de los líderes del PRI que decidieron hacer unidad con el proyecto que planteó el gobernador, siendo que es el mandatario estatal el líder moral y responsable de la imagen de ese instituto político en el estado.
La campaña a la gubernatura ya arrancó de lleno con Mauricio Góngora, quien como se recordará, también se declaró en distintas ocasiones como un `soldado´ del gobernador, a quien reiteró su lealtad en numerosos discursos, aun antes de convertirse en candidato. Ahora el abanderado emprendió una estrategia consensuada y en búsqueda de la misma unidad que requiere para llegar a la meta el cinco de junio entrante, con un triunfo inobjetable, resultado de la suma de esfuerzos de todos los priístas. Ese es el sentido de la unidad en el PRI y cada actor involucrado la entienda así. El equipo de Roberto Borge tiene una extensión en el de Mauricio Góngora.
Roberto Borge entregará la estafeta de ese liderazgo en su gobierno y en su influencia en su partido, fortalecido y cultivado, donde su trabajo y resultados por el estado, hablan claramente de él. Los números del progreso, el posicionamiento turístico, los índices de seguridad y la ampliación cobertura de servicios han sido reconocidos dentro y fuera de la entidad.
Laura Fernández, con merecimientos y el apoyo de RBA
La ex secretaria de Turismo está a unas horas de convertirse en la abanderada del PRI-Verde para contender por la presidencia municipal del recién creado municipio de Puerto Morelos.
En una entrega anterior, este tecleador adjudicó al senador Félix González la negociación con el Partido Verde en la obtención de esa candidatura.
Sin embargo, la propia Laura Fernández se comunicó con Destripacuentos, para aclarar que el senador “no ha intervenido en ningún aspecto de mis aspiraciones personales”.
Y dejó en claro que ella se ha mantenido en sintonía con el proyecto de gobierno de Roberto Borge Angulo, y ahora en su fase de aspirante, también como una priísta leal a su partido y a su líder moral, el mandatario estatal.