Redacción MacroNews.– El Castillo de Windsor fue escenario de un recibimiento histórico: el rey Carlos III dio la bienvenida oficial al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acompañado de la primera dama Melania Trump, en lo que representa su segunda visita de Estado al Reino Unido.
La llegada de Trump a Windsor
El recibimiento estuvo marcado por un despliegue de pompa real. Desde Casa Victoria, Trump y el monarca británico se trasladaron en una carroza tirada por seis caballos blancos hasta el patio central de la fortaleza, escoltados por el Regimiento de Caballería Montada de la Casa Real.
Al arribo, los himnos nacionales de ambos países fueron interpretados como antesala a la inspección de la Guardia Real. La magnitud del acto sorprendió por el número de efectivos desplegados: 1,300 miembros del ejército británico, 160 de la Marina Real, 140 de la Real Fuerza Aérea y 120 caballos.
En paralelo, la reina Camila y Melania Trump observaron la ceremonia desde una carpa, acompañadas de los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, quienes dieron la primera bienvenida a la pareja presidencial estadounidense.
La ceremonia incluyó una salva de 41 cañonazos disparados con piezas de la Primera Guerra Mundial, un gesto cargado de simbolismo militar e histórico.
Propósito de la visita y agenda diplomática
Tras el recibimiento, se programó un banquete de Estado en honor de Donald Trump y su esposa. Para el día siguiente, el mandatario tiene previsto reunirse con el primer ministro británico Keir Starmer en la residencia oficial de Chequers.
El encuentro refuerza los lazos diplomáticos entre Reino Unido y Estados Unidos, consolidando la relevancia de una alianza histórica que sigue siendo clave en la política internacional.
Polémicas durante la visita
La visita no estuvo libre de controversia. En Londres, grupos opositores organizaron manifestaciones contra Trump, mientras que en una de las torres de Windsor fueron proyectadas imágenes del expresidente junto a Jeffrey Epstein, acción que derivó en la detención de cuatro personas por parte de la Policía del Valle del Támesis.
Otro momento que generó comentarios fue el saludo con los príncipes de Gales: Trump mostró cercanía con Guillermo al darle una palmada en el hombro, aunque observadores percibieron cierta frialdad en la respuesta. En contraste, el mandatario no dudó en elogiar a Kate Middleton: “Eres hermosa, tan hermosa”, declaración que se viralizó rápidamente en redes sociales.
La visita de Trump a Windsor quedará registrada como una de las más vistosas y polémicas de los últimos años, reafirmando el papel central de la monarquía británica como anfitriona en la diplomacia global.