La temporada baja es cosa de otros tiempos. Tanto empresarios como trabajadores del sector, confirman la versión divulgada por las autoridades durante los últimos días…
La temporada baja es cosa de otros tiempos. Tanto empresarios como trabajadores del sector, confirman
la versión divulgada por las autoridades durante los últimos días, aunque desde el año pasado ya sugerían una realidad impensable hasta hace poco. Muchos recordarán cuando desde “septihambre” hasta “novihambre” miles eran despedidos, obligados a vacacionar o perjudicados con los mentados “días solidarios”.
Este escenario, motivado por las campañas promocionales de servidores públicos y turisteros, así como por la seguridad prevaleciente en la Península de Yucatán, actualmente es favorecido por el tipo de cambio, gracias al cual los hoteleros esperan ocupaciones de entre 70 y 75%. Ello, sin duda, beneficiará también a los demás sectores de la actividad turística.
“Las ocupaciones de este año serían superiores tres o cuatro puntos porcentuales a las de 2014, un año histórico para Cancún en materia de ocupación. Esta bonanza repercutirá en otros rubros”, aseguraba el presidente Paul Carrillo en entrevista reciente.
Es que el tipo de cambio ha repercutido de manera positiva incluso a nivel doméstico, ya que, con un poder adquisitivo mermado para viajar al extranjero, los nacionales optan por descansar en el país. No solo eso: debido a la crisis en Sudamérica, el Caribe mexicano se presenta como una opción cercana y asequible.
A lo anterior debe sumarse la conexión. A finales del mes pasado entraron en operación dos nuevas rutas operadas por Avianca, que unen al destino con Lima (Perú) y Bogotá (Colombia), lo cual incrementará la afluencia de sudamericanos. La nueva conexión proveniente de Perú aumentará la llegada de viajeros provenientes del norte de Chile, así como de Ecuador y Brasil.
De la misma manera, se ha anunciado que en noviembre entrará Lufthansa, que unirá a Cancún con Alemania, además de que en breve iniciará operaciones la aerolínea regional TAR para ofrecer vuelos a los destinos del Mundo Maya y otras zonas de la república.
Con este panorama, los prestadores de servicios esperan eludir el último trimestre del año, por lo que no prevén recortes, pues han aprendido que tanto la experiencia como la capacitación son factores invaluables para conservar intacta su plantilla laboral.
Esto no ocurría. Antes, los sacrificados eran los miles de trabajadores del ramo, gracias a quienes han sido atendidos más de 55 millones de turistas en apenas cuatro años.
“Esto consolida el liderazgo de Quintana Roo, principalmente de Cancún, el primer destino de Latinoamérica”, ratificaba el mismo Paul al entregar los reconocimientos “Ponle una estrella a tu servicio turístico”, precisamente a empleados que, por su dedicación, calidad en la atención y compromiso, resultaron ganadores. Buen tino y en inmejorable oportunidad lo reconoció el alcalde, porque el éxito se debe al esfuerzo de quienes no dejan mal a los que presumen, en todo el mundo, el excelente servicio en la entidad.
Así como no descuidan al turista nacional, tampoco deben despreciar a los miles de locales con poder adquisitivo para adquirir paquetes especiales o aprovechar descuentos en múltiples actividades. Son estos los que pueden sostener incluso a los restaurantes del centro, cuyos propietarios reclaman con frecuencia que los del “todo incluido” no llegan a la ciudad. Con iniciativas atractivas y al alcance de muchos, no perderán.
En tanto, que los responsables sigan participando en ferias turísticas, como las de Brasil, Argentina, Asia y Londres que serán próximamente, a la par de intensificar la promoción para detonar con eficacia los segmentos de bodas, lujo, reuniones y exposiciones. Para sostener el éxito, el objetivo debe ser mantener un equilibrio entre lo gastronómico, el entretenimiento y la sustentabilidad.
