Desde hace dos años, buzos espeleólogos están encontrando una riqueza milenaria en Cozumel…
Desde hace dos años, buzos espeleólogos están encontrando una riqueza milenaria en Cozumel, y de ello poco se sabe;casi nada, porque entre la secrecía con que manejan la información para no alterar el curso de las investigaciones, la poca difusión de medios especializados y el escaso interés de las autoridades responsables en la materia, dichos tesoros permanecen en espera de ser descubiertos en detalle, ser comprobada su valía y ser presentados con toda su majestuosidad.
Esta historia no contada aún de cuevas, cenotes, cavernas y cuerpos de agua, la están relatando paulatinamente algunos investigadores que han escudriñado las entrañas donde han hallado flora, fauna y utensilios que les sorprenden a tal grado de que esta nueva verdad podría cambiar lo conocido, o al menos la perspectiva sobre lo aceptado, en cuanto a las eras geológicas, la cosmogonía, el poblamiento de la región o la cosmovisión maya.
Germán Yáñez Mendoza, uno de los pioneros en la búsqueda, reveló recientemente al periodista Víctor Hernández Luna que los trabajos han sido realizados en nueve cuevas secas con el apoyo del Círculo Espeleológico del Mayab que dirige,de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Quintana Roo, y que los descubrimientos no han sido divulgados en tanto se tiene la certeza de cuán importantes son.
Llama la atención que los gobiernos no brinden la ayuda suficiente con recursos materiales y económicos para desarrollar estas indagaciones tan relevantes, sobre todo cuando la isla ha sido visitada por representantes de la Unesco debido a su importancia histórica-cultural en el mundo maya. Pese a ello, podrían incluso desconocer que en las exploraciones se encontró material de barro decorado, propio de la cultura regional, lo cual representa la posibilidad de que estos espacios bajo tierra fueron utilizados como refugios anticiclónicos o para rituales especiales.
Siguiendo el cuestionamiento y la duda, ¿dónde están los patronatos, los promotores culturales y los empresarios que financian actividades científicas con fines turísticos?
De no ser por los propietarios de casas y terrenos, los expertos no habrían descubierto este material ni fósiles que dan cuenta de un pasado tan remoto y en condiciones diferentes a las pensadas hasta la fecha.
Así, debe darse a conocer que fue hallado un ciempiés, que podría ser único en su especie, ya que los hallados en otras partes del mundo son de menor tamaño.
Además, la que denominan “araña violinista”,de la que se desconocía su existencia en la zona y la cual pudo ser empleada en rituales.
También se halló un murciélago endémico -en peligro de extinción-, así como otros elementos que serán develados en su oportunidad.
Es un trabajo valioso, conocido por muy pocos, en cuevas con hasta 300 metros o más de fondo y muy altas, aun cuando se creía que la isla era una placa demasiado plana con pocos niveles de altitud, pero que la tecnología utilizada por estos especialistas ha demostrado que en áreas cercanas a El Cedral alcanza unos 12 metros.
En definitiva, en el transcurso de las investigaciones está cambiando progresivamenteel conocimiento de la geomorfología de Cozumel, de los minerales que posee, de la composición del suelo, de la formación de sus paredes y del arteprecolombino.
Esto no debe ser visto como una aventura más, menos como una anécdota, sino como un trabajo científico serio, de la másalta calidad, el cual requiere la colaboración de más peritos para lograr mejores resultados.
Se aprecie o no a simple vista, la riqueza natural de Cozumel sigue cautivando.