Ninguna sociedad avanza si no se respetan los derechos de las personas con discapacidad ni se les brindan las facilidades para su progreso…
Ninguna sociedad avanza si no se respetan los derechos de las personas con discapacidad ni se les brindan las facilidades para su progreso. Lo mismo hacia niños y adultos mayores, según el caso. Por lo mismo, la política a favor de grupos vulnerables representa un pilar esencial de las democracias más desarrolladas.
Dos casos que llaman profundamente la atención son de Solidaridad.
El primero, de Marcos Velázquez, el único triatleta invidente del país, quien ha desplegado su potencial deportivo e intelectual desde que llegó a Playa del Carmen, en 2012, al grado de competir por México en maratones del extranjero, en tanto imparte conferencias y talleres motivacionales para enseñar cómo atender a un invidente en restaurantes de la Riviera Maya.
Marcos y su familia (esposa e hijo) tienen metas de largo plazo porque en Solidaridad encontraron las condiciones ideales para desarrollar sus actividades.
El segundo, de Domingo Santiz, un joven considerado entre los mejores de América en tiro con arco tras un torneo internacional realizado en Argentina. “En el DIF Solidaridad me han apoyado mucho: le han pagado a la entrenadora para que no nos cobre, hay apoyo en transporte y nos otorgan las condiciones para que nos desenvolvamos mejor”.
Junto con Omar Cheverío (quien también ha sido medallista en campeonatos), Santiz es uno de los miles de beneficiados con una estrategia pública tendiente a fortalecerse. Prueba de ello es la primera playa inclusiva en el municipio, única en la república. En los próximos días se anunciaría la segunda. Además de una amplia gama de servicios y apoyos con los cuales pueden surgir familias enteras.
La primera dama, Cinthya Osorio de Góngora, sostiene al respecto que asumió el encargo como un compromiso de vida, orientando sus esfuerzos hacia cinco grupos: niños y mujeres, adultos mayores, jóvenes, familia (como base de la sociedad) y personas con discapacidad. Su plan de trabajo les ha permitido ser catalogado “municipio incluyente”, gracias también a la iniciativa “Todos contamos”.
Acerca del último grupo en mención, Osorio de Góngora destaca tres logros vitales para el municipio que gobierna su esposo Mauricio Góngora y para todo el estado, debido a que –reconoce- sin el apoyo del DIF Quintana Roo, y principalmente de su presidenta Mariana Zorrilla de Borge, no hubiesen podido consolidarse. Estos son, además de la playa inclusiva, la escuela de deporte adaptado y la sala de cómputo adaptado.
Visto desde afuera, se percibe una labor titánica. Un dato lo comprueba: en el primer año de gestión (septiembre de 2013-2014), hubo más de 12 mil atenciones solamente en el Centro de Rehabilitación Municipal, aunque el personal del sistema apenas rebasa los 300. El año administrativo 2014-2015 superaría la cifra, ya que ahora sus servicios son más difundidos, reciben más solicitudes por el aumento de población y el personal acude a buscar casos que requieran ayuda.
La primera trabajadora social recuerda que el balneario inclusivo tiene rampa de acceso, sillas de ruedas acuáticas, camastros acuáticos, andaderas acuáticas, módulo de servicio, señalización, toallas, chalecos salvavidas y personal de atención de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
En tanto, la apertura formal de escuelas para acercar el deporte a personas con alguna carencia visual, motriz o intelectual, ha ganado prestigio. Solidaridad es el primer municipio en fomentar la enseñanza de los deportes adaptados; sin ello, no tendríamos a Domingo Santiz ni a otros tantos.
Sobre la sala de cómputo, basta decir que empezó con más de cinco computadoras y hoy cuentan con más de 10, un método braille, así como las adecuaciones necesarias para la recreación y el aprendizaje.
Estamos viendo que la discapacidad ya no se está enfrentado con un enfoque meramente asistencialista e individual, sino pensando en la dimensión social, por el bien de todos.