A mediados de septiembre, en la última sesión del Cabildo benitojuarense, fue aprobado el Reglamento de Imagen Urbana para el Primer Cuadro de la Ciudad de Cancún. Se trata de una de las obras emblemáticas de la administración 2013-2016 y un “logro personal” del presidente Paul Carrillo, cuentan sus cercanos.
Su relevancia se debe a que no sólo promueve el mejoramiento y la conservación de las primeras 26 supermanzanas, sino también el fortalecimiento de la identidad, una idea fomentada por cronistas, pioneros y activistas sociales, en conjunto con empresarios, académicos y ciudadanos.
Su paulatina ejecución fue labor multidisciplinaria durante los tres años, no exenta de tensiones y desacuerdos, aunque prevaleció el sentido común y, sobre todo, el deseo de un hogar mejor.
¿Quién no recuerda la polémica por la reubicación de árboles o la decisión de privilegiar al peatón en la Tulum? Por lo mismo, se debió echar mano a innumerables gestiones, consensos e inversiones de los tres órdenes.
Respecto a lo último, destacan la rehabilitación integral en las supermanzanas 2, 5, 22, 23 y 52 con banquetas, guarniciones y luminarias, así como el atractivo corredor cultural con bustos de personajes conocidos mundialmente.
Gracias a esta transformación en pleno corazón, poco a poco se fue configurando una atmósfera de bienestar que permeó hacia el resto de las zonas involucradas en el gran proyecto. A ello obedecen “Manos Mágicas”, “Co’ox Cancún”, “Paseo Tulum” y las actividades en Las Palapas, cuyo éxito es innegable.
Al final, se revitalizó en estética, seguridad, infraestructura y servicios, acabando con vicios arraigos, como la especulación, avivada por quienes quisieron un centro en condiciones deplorables para comprar barato y engrosar su patrimonio, en tanto se ahuyentaba a delincuentes. Fueron varios pájaros de un tiro.
En una de sus declaraciones, Paul Carrillo subrayaba que el reglamento “es una adecuada contribución a los objetivos más amplios del desarrollo, ya que se contempla explícitamente en el Programa de Desarrollo Urbano 2014-2030, un instrumento rector avalado por diversos sectores”.
Lo anterior no es asunto menor, ya que en trienios anteriores se adoptaron mecanismos que atentaban contra el equilibrio urbanístico, la conservación de áreas verdes, la restauración de bienes o el cuidado de espacios con alto valor histórico, en evidente contradicción con el estatus de un destino de clase internacional.
“El nuevo reglamento considera las delimitaciones del uso de la vialidad peatonal y vehicular, la unificación y tipos del mobiliario junto con la señalización, el paisaje, los materiales, además de colores y texturas de los monumentos y elementos patrimoniales”, explica el primer edil.
En resumen, la suma de voluntades establece las bases de un lugar digno, a la altura.
Desorbitado
En Chetumal, la modernización en avenida De Los Héroes no convenció a los habitantes ni a comerciantes, quienes sufrieron pérdidas incuantificables por la demora. Tan así, que la cirugía mayor en la arteria principal cambió la dinámica, incluso, en términos de arraigo, consolidando al bulevar como símbolo ya no sólo de esparcimiento y recreación.