Semanas atrás les comenté acerca de la “guerra sucia” que se vendría en cada partido político por las candidaturas, en estos 20 días que faltan para que termine el mes se arreciará y será una rebatinga de todos contra todos.
Los de Morena continúan con su rechazo de los que arriban de otros partidos políticos, lógicamente con la venia del Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador; los del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y los del Partido Acción Nacional (PAN), aún no se ponen de acuerdo quién debe encabezar las planillas para presidentes municipales o para diputados federales; los del Revolucionario Institucional (PRI) siguen torpedeando a los que podrían ser los aspirantes, porque lógicamente le darán lo mejor al Verde Ecologista (PVEM), quienes ya compraron la franquicia.
Con estas situaciones tan adversas para los partidos políticos, hoy más que nunca los que aspiran a una candidatura independiente tienen la oportunidad de llegar a ser gobierno, pero tienen que organizarse, ponerse de acuerdo, no ser los esquiroles de los partidos políticos para dividir el voto. De ahí que el elector tiene que estar informado para conocer quién o quiénes de los independientes cumplen con los requisitos de traer en su sabucán (morral) un antecedente de interés social, no aquel o aquella que se salió de su partido para participar en esta figura, pues viene con todo el bagaje de la ideología partidista que “mamó” durante muchos años.
Lo cierto es que todos están adelantados, algunos llevan años de trabajo desde la trinchera donde se encuentran, otros acaban de llegar pero traen toda “el hambre” de hacerse con una candidatura; la competencia es buena, el ciudadano tendrá opciones, solo que tiene que elegir bien, para que dentro de los próximos tres años no se queje de un mal gobierno.
SASCAB
Les cuento, lo que no se debe hacer por ser contraproducente es montarse en la figura de otro personaje político para allegarse simpatizantes. Es reprobable que Juan Carlos González utilice a las personas para realizar un acto proselitista en Puerto Morelos, so pretexto de la falta de seguridad en ese municipio, lo que es infundado. Sus ansias protagónicas y necesidad de reflectores le movieron para ir a la cabeza y desacreditar un movimiento ciudadano; se vería bien si no buscara una candidatura, pero politizó el evento.
Que Juan Carlos González no olvide que esta acción puede calificarse como un acto anticipado de campaña, pues la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) es implacable con el proselitismo fuera de tiempo.