Andrés Ruiz Morcillo, fue un fallido invento político. No tiene valores ni representa nada. Sin embargo, fue impulsado a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, donde la opacidad, la corrupción y la negligencia fue su signo. No hizo nada a favor del municipio capitalino y su lo dejó sobre endeudado. Hay investigaciones en su contra que misteriosamente no han prosperado.
En la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, su labor fue un desastre. El tufo de la corrupción todavía lo persigue. También dejó sobre endeudada a esta institución.
Después de que dejó postrada a la administración municipal capitalina le dieron posiciones en el sector educativo, donde su huella fue la irresponsabilidad y el favoritismo.
Pero le entró la ambición de poder. Dinero ya tenía, y mucho, pero quería escalar más alto. Quiso ser candidato a diputado federal por el PRI, pero lo descubrieron haciendo alianzas con perredistas y panistas, y su ambición desbarrancó, porque los priístas lo tildaron de traidor.
Pero la ambición de poder ciega, enloquece. Y buscó ser candidato independiente a la diputación federal. Nadie le puso escollos y se inscribió. Hizo chanchullos, engañó, falsificó documentos, gastó mucho dinero, pero la ley es laxa y nadie lo quiso perjudicar. No tuvo piedras en el camino a pesar de su discurso grandilocuente contra el PRI.
La carrera política y administrativa de Morcillo se hizo en el PRI. El PRI lo encumbró de la nada. A la sombra de este partido acumuló una cuantiosa fortuna y alcanzó puestos que de otra manera no hubiera tenido dado su escaso cacumen.
Como candidato independiente a la diputación federal anda por las calles dando pena, nadie lo pelaba, nadie le hacía caso. Al contrario, muchos ciudadanos le reprochaban su mala actuación tanto en CAPA como en el Ayuntamiento.
Pero Andrés Ruiz Morcillo, es un cara dura. Cree que goza de impunidad. Está seguro que las investigaciones en su contra no van a prosperar.
Y ante una campaña desairada por la ciudadanía, Ruiz optó por acusar al gobernador Borge de obstaculizarle su campaña. ¿Cuál campaña? Para llamar la atención lanza acusaciones sin ton ni son. Con evidentes mentiras.
Busca el escándalo porque es lo único que puede hacer. No tiene propuestas ni ideas. Es un disparate político. Sabe que su camino es el fracaso más estrepitoso. Y cree que lanzando acusaciones sin fundamento su campaña puede despegar un poco. Pero es un simple instrumento de un revanchismo político muy claro.