¿En verdad será Cristina Torres una buena regidora en la administración de la morenista Laura Beristain?
¿Aceptará ocupar la silla de la Sala de Cabildos luego de sentarse dos años en el sillón de la Presidencia Municipal de Solidaridad?
Tiempo al tiempo, pero como que su destino tiene más camino hacia Chetumal. Hacia alguna Secretaría del gabinete estatal, por ejemplo.
Una “operación rescate” no es descartable una vez que termine su responsabilidad como alcaldesa. Cristina Torres es de las personas de mayor cercanía, confianza y lealtad al gobernador.
Y alguien así, en un escenario donde se prevén ajustes necesarios en el equipo de trabajo del Ejecutivo, es de mucho mayor utilidad cerca, que lejos.
Cuestión de tiempo, sí, pero como que el horizonte de Cristina pinta desde ahora vuelos más altos.