La cultura musical es un referente en muchas personas, se convierte en parte de un consciente colectivo; varias introyectan lo que cantan y escuchan, sin razonar mucho. Ingrata habla de la validez de matar porque ella lo rechazó.
Las estadísticas de feminicidios son alarmantes, la gran mayoría son cometidos por la pareja, y en gran parte por conflicto amoroso. Ahí están los datos, esos son los hechos.
Tanto sociólogos como psicólogos hablan de cómo la música crea un consciente colectivo, ergo se percibe como válida o legítima una conducta.
Hay un término que se llama apología del delito, probablemente Café Tacuba ya no se sintió cómodo con ello, y es respetable porque es SU tema.
Eso que hizo Rubén, no es porque sea responsable de la situación de violencia de género, sino por empatía, por tener nivel de conciencia social; si como artista sé qué hay cierta situación y que puedo o no contribuir a validar ciertas conductas, porque me guste o no la música es introyectada por muchos, y muchos más sin educación, sin consciencia, de mentalidad machista, y que, con ello validan conductas que terminan en ASESINATOS, no una borrachera, ni un pleito, hablamos de asesinatos, un acto que viola un derecho humano, entonces elegiré no ser parte de algo con lo cual no estoy a favor. Y que, cuando la víctima presenta signos de violencia sexual, si tiene lesiones o mutilaciones, si existen antecedentes de violencia familiar, laboral o escolar de su agresor, que haya existido una relación sentimental o amenazas es considerado Feminicidio. Muchos argumentarán “he cantado Ingrata y nunca he pegado a una mujer” Y eso indica que eres un hombre que no ve la violencia como una forma adecuada. No obstante, en la mentalidad machista aún prevalente en México, no es así, la música refleja una idiosincrasia una forma de ver la vida.
Lo que hizo Rubén, no es autocensura, no se agrede ni la libertad de expresión del artista ni del consumidor. Esto no obliga ni al komander ni a Paquita a modificar su música, nadie obligó a Rubén, fue convicción propia, y ese gesto, se llama conciencia social y empatía. Y yo, como ciudadana, considerando el contexto que vivimos de violencia hacia las mujeres, se lo agradezco. Aún si me gustaba la rola.
Invito a la reflexión, antes de emitir un juicio basado en conceptos que hemos adquirido sin cuestionar.