La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos y secuestros de los cuales podemos ser víctimas. Hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos una realidad en la que la extensión y el impacto de la actividad delincuencial alcanza a todos los sectores sociales.
Entre las causas de inseguridad que se detectan está el desempleo, que vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia.
También la pobreza es una causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos índices de delincuencia que antes se daban con mayor énfasis en las zonas marginales, pero que ahora ya abarca a todos los sectores de la ciudad de Cancún.
Asimismo, la incultura también genera actos delictivos y agresividad contra las personas. Y también la falta de espacios deportivos, sociales y recreativos contribuye a la inseguridad.
La inseguridad ciudadana puede ser superada si junto a policías eficaces y honestos, se fomentará un sistema educativo que disminuya las cifras de deserción escolar que inciden en la criminalidad, y que además, ofrezca oportunidades laborales a todos los sectores de la sociedad.
Es indudable que la delincuencia ha aumentado considerablemente durante los últimos años, constituyéndose en uno de los problemas sociales, que más están afectando a nuestra ciudad en la actualidad.
La poca efectividad de nuestro sistema de seguridad para consignar y castigar a los delincuentes ha generado un ambiente de impunidad, el cual ha llevado a que las actividades criminales prosperen en detrimento de la seguridad de los ciudadanos.
El trabajo de las autoridades en el combate de la delincuencia, a pesar de los esfuerzos realizados, hasta ahora no ha rendido beneficios visibles en la materia. El control de la delincuencia demanda, por una parte, cuerpos policiacos honestos, mejor preparados, con capacidad de llevar a cabo labores de inteligencia que hagan eficiente la captura de criminales, así como una mejor integración de las averiguaciones previas por parte del Ministerio Público.
Un funcionamiento inadecuado del sistema de seguridad pública “ineficiente persecución de delincuentes” favorece la incorporación de individuos en actividades delictivas. Es decir, la impunidad que gozan la mayoría de los que cometen algún delito, es el mejor impulso de que gozan para seguir en sus ilícitas actividades.