Hoy veremos el entrenamiento del boxeador Gabo “Contador” Mendicuti, quien fue sacado de las trincheras de la iniciativa privada para hacer carrera en la arena política, pero en esta temporada no subió al ring y amenazó con cambiarse de gimnasio.
Este luchador aprovechó cada oportunidad para trepar, de ser un simple aguador hace algunos años, con habilidad, fintas, amagues y golpes en momentos claves ha logrado meterse hasta el entrenamiento de la gran pelea, dejando atrás a otros luchadores de peso.
Se convirtió en un peleador ladino, el amago es su arma para presionar, para condicionar un cargo o amenazar con la deserción. Esgrimió el derecho a ser elegido, cuando su entrenador le había dicho que solo sería esparrin. Había sido el encargado del trabajo sucio de los dueños del gimnasio, tenía derecho de picaporte en prácticamente todos los sectores y a todos los niveles, por lo que pensó que tenía algún mérito; eso fue lo que le pasó a Gabo “Contador”.
El público que asiste a ver los entrenamientos se encargó de recordarle que ocupó posiciones privilegiadas, la manera en la que operó con los dueños del gimnasio a los medios de comunicación, con quienes mantiene cercanía por las dádivas y los apoyos en materiales de construcción que suele darles. Le recordaron la forma de operar a su favor usando sus empresas constructoras, con las que da un porcentaje al gobierno en turno.
El respetable le recordó cómo se le encargó al “contador” la compra de terrenos a los ejidatarios de la vía Playa del Carmen-Tulum antes que se ampliara, por la ínfima cantidad de un dólar el metro cuadrado, para posteriormente ellos venderla al gobierno federal por cien dólares cada metro.
Finalmente, Gabo “El Contador” se rajó de subir al ring, no porque no hay tenido el peso y la medida suficiente, sino porque seguramente uno de sus entrenadores sabe demasiado de las marrullerías de este personaje, lo fue a ver, le sacó uno que otro expediente “si insistes, te mandamos a la lona”, le habrían dicho. Así que “congruente con su actuar” no se presentó a la arena de la oposición y los dejó plantados.