Lucha libre, lucha libre, lucha libre entre el Pelón original y los pelones imitadores, quienes se enfrentarán a dos de tres caídas sin límite de tiempo.
En esta esquina el original “El Pelón” Cervera, en esta otra, “Los dos Pelones”, de la Peña y González, quienes tratan por todas las vías de imitar las técnicas y estrategias del publicista y candidato a diputado con el eslogan “Ya no los peles”.
Por los pasillos de la arena del Distrito 8 se aproxima “El Pelón Cervera” quien es anunciado como el original, el respetable se levanta de sus asientos para ovacionar al que le brilla la cabeza, es más, sus aficionados ya se han rapado para estar igual que su luchador favorito, los banderines con el águila ondean por todo el lugar.
Cuando salen los “Dos Pelones”, De la Peña y González, la gente les rechifla, aunque sus paleros traten de armarles las porras, el respetable les grita que son unos imitadores, unos copiones y que se roban hasta las campañas de otros, que ya el original está listo para darles sus costalazos, aunque le echen montón, serán derrotados.
En el primer encuentro, el pelón imitador De La Peña se lanza desde las cuerdas sobre “El Pelón” Cervera, quien se hace a un lado y éste cae con todo su pesado cuerpo sobre el entablado del ring, la gente se ríe. Al ver esa acción el pelón González se mueve de su esquina y quiere agarrar de sorpresa al verdadero Pelón, pero éste lo toma de los brazos y le aplica la huracarrana, al imitador no le queda más que tocar las tablas y el réferi le da la razón al original.
Para el segundo encuentro, el pelón imitador de De La Peña lanza sus declaraciones, que si gana esta contienda prohibirá que los que aspiran a un título por la vía uninominal, pues que no sean inscritos por la vía plurinominal, se le olvida que su jefe, entrenador y maestro “El Rembi” Estrada así llegó a la XIV Legislatura de Quintana Roo; “El Pelón” Cervera hace un resorte en las cuerdas y le da un golpe de indiferencia a De La Peña, el público enloquece ante tal acción. Entra al quite farsante pelón González y Cervera toma impulso para lanzar unas patadas voladoras que tienden a los pelones imitadores.
En el tercer encuentro, los pelones imitadores quieren hasta imitar los declaraciones y propuestas de “El Pelón” Cervera, del que tienen que aprender su manera de acercarse a la gente, no solo cuando busca el voto como ellos, sino aun cuando no es tiempo de campaña. Los pelones sacan todo el dinero que han recolectado en su paso por la administración pública y lo lanzan sobre el respetable, para que al entretenerse con la colecta del dinero permitan hacer todas las rudezas a las que están acostumbrados para ganar cualquier encuentro. La gente se da cuenta y les agarra el dinero diciendo que es de ellos, y siguen ovacionado al original “El Pelón” Cervera.