Hemos constatado en infinidad de ocasiones la pobreza moral de la clase política. Durante los últimos días se han divulgado hechos vergonzosos, protagonizados por servidores públicos y representantes populares (aunque ambas definiciones les queden grandes).
En un proceso electoral con oportunidades históricas a la vuelta de la esquina, tales actos desmotivan al ciudadano, al votante, y con toda seguridad, a quienes toman las decisiones trascendentes en sus respectivos partidos. Y es que son todos iguales –valga la expresión para el contexto-: hay del PRI, del PAN, de Morena y seudo independientes.
Un video en el que se ve a la diputada federal Arlet Mólgora Glover insultar a uno de sus colegas en San Lázaro, provocó el rechazo unánime por la forma grotesca de la conocida expresión futbolera, empleada por la priista chetumaleña.
No estaba sola: curules más abajo se ve a Sara Latife Ruíz de Chávez, su correligionaria cozumeleña, quien se sumó a la agresión contra Mario Ariel Juárez, de Morena.
El grito considerado homofóbico por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y sancionado por la FIFA cuando se manifiesta en los estadios de fútbol, motivó la crítica de quienes conocen el escuálido desempeño de ambas políticas encumbradas en pasadas administraciones, las que hoy, por cierto, son exhibidas por sus excesos y abusos.
Simultáneamente al referido bochorno, un audio de Perla Tun Pech, presidenta de Cozumel, alborotaba otra vez las redes sociales por su furioso arrebato contra un regidor. Su altanería quedó demostrada por enésima ocasión con esta prueba sin fecha precisada, la cual se suma a una filmación conocida en la que deja con la mano estirada a otros dos integrantes del Cabildo (una es Gina Ruiz, hermana de Sara, citada en el caso anterior).
Por la misma fecha, militantes que conforman las bases territoriales de Morena exigieron la destitución de José Luis Pech Varguez, el delegado estatal, y desconocieron como coordinadores a Marybel Villegas Canché, Jesús Pool Moo y Juanita Alonso Marrufo. El argumento es la repartija y la aparente negociación con el PRI de los exgobernadores Félix González y Roberto Borge. De pena ajena.
En menor grado de exposición han sido reprochados (por escándalos mediáticos, y riña incluida) otros tantos diputados, ediles, secretarios de gobierno y directores de Ayuntamientos. Lo malo es que algunos de ellos y ellas pretenden participar en los comicios, con lo cual serían parte de la oferta; en perjuicio, al fin y al cabo, del que elige acarreado, comprometido y sin opciones. O peor aún, del que no vota.
Desorbitado
Estalló la polémica por el huso horario cuando los diputados de la XV Legislatura dieron entrada a un punto de acuerdo mediante el cual se propone exhortar a la Cámara de Diputados para revertir dicha medida vigente desde enero de 2015 en la entidad.
Cunden las voces a favor y en contra; inclusive, empresarios y hoteleros se atrevieron a pedir una “hora adicional” para incrementar los “beneficios turísticos”. Resurge un debate interesante con posturas irremediablemente encontradas. Todos atentos.