DESTRIPACUENTOS
Por Antonio Callejo
EPN evidencia una táctica mediática en tiempo y forma para desviar la atención de su propio desfonde en popularidad; * Nombramiento en la Conago, un revés para Carlos Joaquín desde las altas esferas del poder; * Juan Carrillo, cumple promesa de saneamiento en la isla; *Q. Roo, cliente de empresa de espionaje;
CANCÚN, Q. Roo.- Enrique Peña Nieto enfrenta el peor desplome de popularidad de un presidente mexicano en tres sexenios. Apenas dos de cada 10 mexicanos aprueban su mandato. Corrupción, inseguridad y pobreza son los principales factores que inciden en ese resultado.
No es una novedad. Sin embargo, sí es un panorama que deberíamos observar desde aquí con una visión más amplia, porque lo que ocurre en el resto del país es resultado de las medidas estratégicas que está tomando Peña Nieto, no sólo para intentar (nadie desde su cargo se queda sin intentarlo), eludir esos señalamientos, y al mismo tiempo tratar de influir como se pueda en la elección de 2018, cuando habrá de elegir a quien le sucederá.
Quintana Roo no se salva de esa estrategia. Porque, si bien es cierto que Peña Nieto es impopular, todavía es el presidente y tiene todo el poder en la pirámide de mando de su partido, del gobierno federal y mucho más allá, en los acuerdos cupulares de los grupos y familias políticas que mandan en este país.
El punto es tratar de desentrañar el futuro de Roberto Borge Angulo en esta coyuntura de relaciones, y por tanto también el de las acciones del actual gobernador, Carlos Joaquín González.
No es tan difícil ponerlo en perspectiva: A partir de su estrepitoso error, luego de invitar a Donald Trump en la víspera de la elección presidencial, Peña Nieto enfrentó una andanada absoluta. Ningún analista le concedió un ápice de razón, y los mexicanos reaccionaron con virulencia en su contra.
Los ajustes no se dieron a esperar. Hizo un enroque para sacrificar (al menos eso parecía), al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y nombró a Enrique Ochoa líder nacional del PRI. Ambas acciones dirigidas a desviar la atención mediática de las críticas a su persona.
Particularmente, Ochoa ha resultado un eficaz distractor, con una intensa gira doble por el todo país, `animando´ al priísmo demolido en el pasado proceso electoral, pero sobre todo lanzando acusaciones de corrupción a PAN, PRD y desafiando recurrentemente al verdadero enemigo del PRI: Andrés Manuel López Obrador.
Acto seguido: Los señalamientos de corrupción, o más bien `reconocimientos´ de corrupción, contra los gobernadores priístas de Veracruz y Quintana Roo, Jesús Duarte y Roberto Borge, en ese orden, que no son menores en tanto se identificaron con EPN y su nueva camada de priístas al principio de su mandato.
Lo que tratamos de explicar aquí, por si ya quedó claro, es que esta serie de acciones tácticas de EPN, tienen como objetivo el de desviar la atención de sus propias cuitas de cara a los ciudadanos, repartiendo culpas, generando otros escenarios mediáticos (como los que cultiva Ochoa desde el PRI), con la intención de darse margen de maniobra para la sucesión, y para echarle algo de `carne a los leones´, y alegría a los observadores, sedientos de que rueden cabezas.
Peña Nieto no cuenta con respaldo ciudadano. Pero tiene todos los resortes del poder y los recursos federales para intentar salir lo menos peor librado.
¿Qué sigue?
En este escenario armado desde la presidencia, y en la lógica de los tiempos, Peña Nieto tiene margen hasta en tanto sea capturado Jesús Duarte, sobre quien ya pesa una orden de aprehensión. Ya cayó el panista Guillermo Padrés, ex gobernador de Sonora, en lo que fue interpretado como una negociación entre el gobierno federal, el PRI y el PAN, que finalmente no son más que grupos familiares con diferendos, pero el mismo gran bloque, para los conocedores.
A Peña Nieto le quedan todavía cartuchos sin quemar. Apenas caiga Duarte, y habrá semanas, quizás meses, para que la atención se siga centrando, desviando y/o canalizando, hacia su enjuiciamiento.
Si las cosas se aceleran, pues entonces le queda el cartucho de Roberto Borge.
Y aquí hay que decirlo con todas sus letras:
En el escenario nacional, el gobernador Carlos Joaquín González es un actor más, lo mismo que el su antecesor, Roberto Borge.
Esta misma tarde, en una conferencia de prensa conjunta con los gobernadores perredistas, Silvano Aureoles de Michoacán; Graco Ramírez de Morelos y Arturo Núñez de Tabasco, Carlos Joaquín González contestó a reporteros sobre el tema de su antecesor, en el sentido que el tema está prácticamente en manos de la federación. Aquí en el estado se interpuso la denuncia correspondiente, pero no hay todavía una Averiguación Previa. Y ante la PGR se aportaron las denuncias de igual forma.
Luego entonces, se entiende que el pedido del mandatario estatal está sujeto a la actuación de la autoridad federal. La misma que responde al presidente como su jefe de gabinete.
Con esta cronología, no se necesita ser un experto para entender que el `timing´ político lo trae la Presidencia, con todo y su desgastada imagen.
Experiencia de CJ en turismo, desdeñada por Conago
Por si fuera poco, basta ver el trato francamente grosero y desdeñoso con el que fue maltratado Carlos Joaquín, en la reciente plenaria del la Conago, en Bahías de Huatulco, Oaxaca.
En una decisión que se dio a conocer como `unánime´, es decir, sin ninguna oposición ni propuesta distinta o comentario al margen, que fue designado “presidente de la Comisión de Desarrollo Social y Pueblos Indígenas”.
No fue la mejor señal del reconocimiento a sus capacidades y currículo en las más altas esferas del Poder político de este país. Hay que hacer notar que, además de los gobernadores en pleno, asistió el propio presidente, Enrique Peña Nieto, así como sus ex compañeros de gabinete, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu (que fue su jefa en la Sectur); de la Función Pública, Arely Gómez (quien recibió su recurso de inconstitucionalidad contra acciones de su antecesor, siendo titular de la PGR); y por supuesto el de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el encargado de la política interior.
En un acto de `alta política´, para los entendidos, Carlos Joaquín no sólo agradeció el nombramiento sin queja alguna, sino que además anunció que trabajará en ese tema para contribuir a resolver la problemática, gestionando recursos.
Y comentó que en el intercambio de palabras con Peña Nieto, le expuso “temas de interés para Quintana Roo”, sin detallar nada.
Cuando se hubiera esperado que asumiera el puesto vacante de presidente de la Comisión de Turismo, dada su experiencia como diputado federal presidente de esa Comisión y como subsecretario federal del ramo, el nombramiento que obtuvo puede interpretarse como un desdén muy evidente a su estrategia personal y política de imponer agenda en el escenario nacional.
Si Roberto Borge será capturado y sometido a proceso, no será cuando lo indique el señor de Quintana Roo. Será cuando convenga a la estrategia del que manda en Los Pinos.
Juan Carrillo, cumple promesa de saneamiento en la isla
El presidente municipal de Isla Mujeres, Juan Carrillo Soberanis, no desatendió la promesa que hizo a sus conciudadanos, de retirar lo más pronto posible las más de 3400 toneladas de desechos sólidos que se habían acumulado en un centro de acopio, en la ínsula, para trasladarlas a la zona continental, al relleno sanitario de Rancho Viejo.
Con esa acción y el reforzamiento de las tareas de recolección, acopio y traslado fuera de la isla, Carrillo Soberanis sabe que atiende una de las más sentidas peticiones de los ciudadanos isleños, que dependen de la buena imagen y cuidado ambiental de su municipio, para las actividades turísticas y recreativas de la propia población.