La muerte de turistas en cualquier parte del mundo generalmente no está asociada a problemas de seguridad.
Casi siempre es por descuidos de ellos mismos, por accidentes carreteros o, incluso, por venganzas de parte de alguno de sus acompañantes.
Sin embargo, cuando ocurren dejan en entredicho a las autoridades locales hasta que se aclaran las circunstancias en que se dieron las muertes.
Cuando desarrollan sus actividades, los turistas generalmente lo hacen en entornos muy seguros. Desde su arribo al aeropuerto hasta tu hotel, incluso en las zonas recreativas, gozan de condiciones de seguridad perceptible a simple vista.
Las empresas que ofrecen actividades recreativas, incluso en las zonas arqueológicas, se han desarrollado estrictos sistemas de seguridad que favorecen la tranquilidad de los visitantes.
Además, los hoteles o desarrollos condominales cuentan también personal de seguridad e, incluso, sistemas electrónicos de acceso a las habitaciones y a las villas. Son casos excepcionales en los que los turistas pueden ser víctimas de la delincuencia en su paso por el Caribe Mexicano.
El caso de la familia estadounidense que apareció muerta en un complejo residencial de lujo en Tulum, que goza de esas mencionadas condiciones en materia de seguridad, no hay rastros de violencia en los cuerpos ni en la habitación.
Los dos menores murieron en la sala y sus padres en su habitación, donde aparecieron dos días después de la fecha en que debieron regresar a sus lugares de origen.
Las autoridades investigan con lo mejor que tienen, con el fin de garantizar credibilidad en el resultado de esas tareas.
No se trata de la primera vez en que turistas mueren en sus habitaciones, víctimas de su propio entorno. En febrero de 2006, por ejemplo, una pareja de turistas canadienses apareció muertos en su habitación, éstos sí con signos de violencia. Fueron asesinados por uno de sus acompañantes la madrugada del mismo día en que debían regresar a Canadá.
También se recuerda la muerte de la actriz brasileña Mónica Burgos, quien fue asesinada dentro del complejo de Moon Palace por su marido, el productor Bruce Beresford Redman, quien purga una condena de 12 años de cárcel.
Se trata de crímenes que sacude, que preocupa a las autoridades y a la industria turística por las consecuencias internacionales que pueda ocasionar, pero el trabajo eficiente, una investigación concreta acaba con todo ese riesgo.
Platea
Los políticos deben tener conciencia de lo que representan y de la responsabilidad de sus dichos y hechos. La mayoría lo tiene, pero siempre hay excepciones, como el caso de la senadora Laura Beristaín Navarrete, quien fue electa como abanderada del PRD y terminará en los próximos meses como militante de Morena.
Las andanzas de la senadora son hartamente conocidas y difundidas.
Lo último fue amenazar al periodista Jorge González Durán por revelar en su columna “La jiribilla” la presunta negociación de financiamiento para la campaña para Laura, la hermana de Luz María, que busca la presidencia municipal de Solidaridad.
Una mancha más a la tigresa.
Luneta
El llamado zar de la gasolina Ricardo Vega recibió un duro golpe luego de que un juez de lo civil devolvió al gobierno del estado la propiedad de lo que fueron las villas juveniles en la zona hotelera de Cancún.
Se trata de instalaciones con un alto valor, por la amplia playa con la que cuenta y el edificio que es uno de los primeros que se construyeron en Cancún.
Hasta ahora Vega no ha podido concretar diversas pretensiones en Cancún. También pretendía desaparecer el emblemático campo de golf pok-ta-pok, para construir sobre sus terrenos más edificios.
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