EN ÓRBITA Marcelo Salinas
@msalinas21
Hoy es un día clave en el proceso electoral. La oposición muestra sus cartas. El Partido Verde celebra, en Chetumal, la Sesión del Consejo Político estatal mediante la cual sus militantes, adherentes y simpatizantes elegirán a quienes deseen participar como candidatos a un cargo en los 11 Ayuntamientos de la entidad.
Posterior a la declaración de validez, hoy mismo, se entregarán las constancias respectivas a los candidatos, quienes rendirán protesta el 24 de marzo también en la capital del estado. El próximo 1 de julio es el día de la elección.
En torno al tema, José de la Peña Ruiz de Chávez, dirigente estatal de ese partido, confió en que conservarán sus dos ayuntamientos: Benito Juárez, en manos de Remberto Estrada Barba, y Puerto Morelos, presidido por Laura Fernández Piña. Por obvias razones, son las dos más grandes apuestas.
Confiado, el diputado local lo expresó así: “La coalición que conformamos con el PRI y Nueva Alianza tiene todo a favor para repetir el triunfo en Benito Juárez y Puerto Morelos”. Sobre Estrada aseguró que “es un miembro distinguido del partido y ha hecho un buen gobierno”. A Fernández la calificó “carta fuerte” y “apuesta sólida”.
Pero más allá de las personas, el trabajo debe prevalecer en los análisis y en el ánimo de quienes deciden en el PVEM. Ambos presidentes no debieran tener problemas para ser candidatos, y como no se les exigirá la renuncia, tendrán ese escaparate –legal y legítimo ya entonces– para presumir lo obtenido.
Y debe primar el trabajo, decía, porque en la mayoría de los círculos políticos permea esa idea de que se avanza, por lo que el arma a explotar de la contraofensiva sigue siendo la violencia, aunque ya instalada como problemática nacional y no solo de un municipio. Es decir, los reclamos se reducen en temáticas y en impacto.
En el Cancún de Remberto se habla de obras de infraestructura nunca vistas; de no endeudamiento; de distinciones federales por dichos logros; de inversiones que no cesan; de cifras turísticas en crecimiento, y de atención a rezagos. En el Puerto de Morelos de Laura todo es novedoso: en el recién pasado segundo aniversario, la lista de asuntos concretos fue reconocida por actores de los otros dos niveles.
La incógnita es si con ello les alcanzará. En ese partido y en sus aliados están sacando cuentas alegres. Uno de los motivos se debe a esas tareas ya hechas en un contexto de mayor dificultad (alternancia, estado dejado en crisis, etcétera), pero también a la fragmentación de las aspiraciones provenientes de los adversarios, que no han podido sumar esfuerzos comunes ni compartidos.
Y es que les falta el factor de unión, que sí tuvieron en 2016, cuando el hoy gobernador Carlos Joaquín González capitalizó todas las intenciones de cambio y facilitó la victoria a quienes acaso la soñaban. Respetuoso de las formas y los tiempos, el mandatario se ha convertido en un testigo más.
Hablamos, pues, de dos municipios interesantes: el que tiene mayor peso político, económico y demográfico, y el más nuevo, que atrae todas las miradas por sus transformaciones a la vista.