Cada vez se escucha más o se leen más artículos que dicen algo así: “Formas en las que whatsapp afecta tu relación” o “Facebook culpable de varios divorcios” y la verdad, es que algo hay de eso, sin embargo aquí habría que aclarar que no son las redes sociales, es uno.
Uno es el que hace uso de las redes, y es responsabilidad de uno el cómo las utilice. Cada persona le imprime su esencia, el que es celoso, lo será con o sin redes, el que es mentiroso, mentirá con o sin redes. Lo único es que las redes lo ponen más de manifiesto.
Lo que sí es totalmente cierto es que estamos supliendo el contacto con el otro por preferir el virtual. ¿Cuántas veces no se ha mal interpretado un mensaje de texto? Y es que en realidad el 92% de nuestra comunicación es no verbal, sino corporal, quiere decir que a través de los celulares, tablets y apps sólo con comunicamos con un 8%, de ahí el que existan emoticones. Ahora bien, son útiles y es muy agradable poder estar en contacto con quien se encuentra lejos, o charlar un poco con los cercanos. Sin embargo cada vez se observan personas en una misma mesa, en un mismo sofá sin interactuar entre ellos, sino con quien se encuentra ausente.
Esto va creando personas cada vez más solitarias, que van perdiendo esa capacidad de tener intimidad con el otro, considerando que intimidad no es sólo el aspecto sexual, si no esa capacidad de involucrarse con el otro.
No se trata de culpar esta nueva forma de comunicarse, si no por el contrario aprender a usarla como lo que es; una herramienta, no un suplemento de las relaciones humanas. Integrarlas a nuestra vida diaria, de una forma en que no dependa uno de la tecnología sino que ésta sea de ayuda, de apoyo para uno. ¿Y a ti, cómo han modificado las redes sociales, tu forma de convivir?