Se conjuró la amenaza de paro de policías en Cancún de una manera sensata: un ajuste presupuestal extraordinario, con recortes salariales a servidores públicos de alto nivel de la actual administración. A cada uno de los agentes en operativo le beneficiarán con 10 mil 500 pesos como apoyo único, en reconocimiento a su labor.
La semana pasada se planteó en este espacio el motivo que más tarde fue confirmado por las autoridades, tras una manifestación de ese grupo en las instalaciones de Seguridad Pública, primero, y en el Ayuntamiento después.
“Es un esfuerzo con recursos propios porque este año no se recibieron los recursos provenientes del programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg) para ese rubro especifico”, destacó el presidente Remberto Estrada Barba, quien encabezó el diálogo el mismo viernes.
Pero más allá del acuerdo que sofoca una intentona, rebelde para muchos y que podría reactivarse cada fin de año de no gestionarse adecuadamente, la estrategia de la depuración debe proseguir para fortalecer la institución que encara el reto más perturbador del presente: la inseguridad.
Estas protestas coinciden con la “limpia” que el Ayuntamiento inició meses atrás. Prueba de ello es la detención reciente de un policía que lideraba a un grupo de asaltantes. En tal sentido, hacen bien en comprometer dos aspectos: que todos los policías están ya bajo escrutinio, y que quienes violen el compromiso de lealtad enfrentarán las consecuencias.
Porque el tema es erradicar los malos elementos: están obligados a sujetarse a la disciplina de la corporación y, como tal, a la línea institucional para manifestar sus inconformidades. ¿Por qué solapar posiciones intransigentes y chantajes?
Cada policía se ha incorporado por convicción propia y debe cumplir el Código de Conducta; por eso resulta inaceptable que impidieran a los ciudadanos acercarse a las oficinas por trámites o servicios, magnificando un hecho que pudo resolverse antes.
Pero esta concesión no puede ser indefinida ya que deben acreditar los controles de confianza; y en caso de que no aprueben, o tras seis meses no hayan presentado las evaluaciones, el elemento debería ser sometido a los procedimientos correspondientes, que incluye cesar funciones y ser despedido.
Los benitojuarenses deben tener la información completa en torno al asunto para rechazar versiones infundadas que buscan confundir en un tema prioritario y, por el ambiente, delicado en extremo.
Desorbitado
Otro tema asociado de alguna manera a la seguridad es la iluminación. Es que fue uno de los argumentos del gobierno local para cambiar más de 52 mil lámparas, lo cual ya fue aprobado por el Congreso del estado, en una muestra de altura política.
Los 23 que votaron a favor entendieron los múltiples beneficios. Los dos restantes, en contra, por una motivación evidente.
En época de cambios los lastres deben desecharse