El “inmortal” Nelson Mandela no “decidió” sobre el candidato de unidad priista a suceder a Roberto Borge como gobernador; sin embargo, el expresidente de Sudáfrica ‘envió’, tiempo atrás, un decálogo, pero solo al mandatario de Playa del Carmen; “He aprendido que no hay fuerza más grande que la de una sociedad decidida a salir adelante”, le sorprendió a “Madiba” esta frase de Góngora; era “El Deseado” entre “Los siete samuráis” quintanarroenses, la otra historia de Akira Kurosawa…
¿Qué posibilidades tenemos de ganar la copa mundial de rugby?, preguntaba Nelson Mandela. “Según los expertos y las encuestas no podremos pasar de cuartos de final”, le contestaba uno de sus asesores. “Según los expertos, tú y yo deberíamos seguir en la cárcel. Y aquí estamos presidiendo el país”, le contestó el líder sudafricano, “Madiba”. Gracias a la película “Invictus”, el mundo entero sabe que Sudáfrica ganó el Mundial de Rugby de 1995. Lo hizo contra todo pronóstico, comenzando por el de su propia población, aún dividida por razas a pesar del fin oficial del “apartheid”, decretado pocos años antes, con el advenimiento de Mandela a la presidencia del país.
Mientras redactaba estas líneas para otro el bestiario hace un par de veranos, Nelson seguía recuperándose en su casa, tras estar agonizando tres meses en un hospital de Pretoria. Hasta el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, se adelantó y escribió el obituario del “inmortal” Madiba. Pudiera ocurrir que falleciera el escritor peruano español, antes que el dirigente pretoriano. Estaríamos ante un primer obituario escrito por un muerto de un vivo. La naturaleza se resistía a que el mundo nos quedáramos sin Nelson, un lujo que no nos podíamos permitir. “Madiba” nos abandonó físicamente, a los 95 años, un 5 de diciembre del 2013.
El ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz se encontraba, en vísperas de la toma de posesión de los alcaldes de los entonces diez municipios de Quintana Roo, “mucho mejor” y reconocía a la gente a su alrededor, aseguraba su nieto Mbuso Mandela, citado en el diario local The New Age. Nelson Mandela, el “presidente del mundo”, de los quintanarroenses y de los mexicanos también, no se ha “olvidado” de Solidaridad y del resto de los municipios del Estado más joven, con Roberto Borge Angulo como gobernador, escribía en mi columna diaria. “Madiba” no conocerá seguramente a los nuevos presidentes, decíamos días antes de las históricas elecciones del 7 de julio del 2013, día de San Fermín, las encuestas, las que nunca contentan ni a lirios ni a troyanos, apuntaban a Mauricio Góngora como el preferido por los ciudadanos de Solidaridad- aunque como decía su hija Makasiwe “sólo Dios lo sabe”, le “envió” un decálogo para honrar no solo a Playa del Carmen sino a Quintana Roo. Las encuestas que casi siempre se equivocan no lo hicieron y asistimos a la “entronización” de Mauricio Góngora, a las 10 de la mañana, en la plaza del 28 de julio, escenario situado frente al palacio presidencial municipal de Solidaridad.
Casi tres años después, Góngora ha sido elegido “candidato de unidad” por el PRI. Era “el deseado” por los ciudadanos quintanarroenses. Era un secreto a voces… Nelson Mandela, que “sigue” muy atentamente lo que ocurre en el Caribe Mexicano y “tuitea” sus 140 caracteres, le recordó hace unas horas al esposo de Cinthya y padre de Mauricio, Pablo, José Mauricio y Cinthya Góngora que ahora, más que nunca, se acuerde de su decálogo de aquel caluroso día de San Fermín, con los toros bravos recorriendo el casco histórico de Pamplona, la capital de Navarra y la tierra madre de los vascos, referencia obligada de la magnífica novela de Ernest Hemingway, “Fiesta”.
“Todo parece imposible hasta que se hace”; “La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”; “La Educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”; “Un hombre educado no puede ser oprimido porque es capaz de pensar por sí mismo”; “Si quiere hacer las paces con su enemigo, usted debe trabajar con él”; “La democracia exige respetar los derechos políticos de las minorías”; “Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”; “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar. El amor llega de forma más natural al corazón humano que su contrario”; “Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, que era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo”; y “He cumplido mi deber para con mi pueblo y para con Sudáfrica. No tengo la menor duda de que la posteridad reivindicará mi inocencia y, del mismo modo, afirmo que los criminales que debían haber comparecido ante este tribunal son los miembros del Gobierno”.
En México estamos prácticamente en constantes elecciones. Con un “candidato de unidad” como Mauricio Góngora, el PRI volverá a dirigir el Estado de Quintana Roo. Desde hace meses y de manera especial, en las últimas semanas, mil y una columnas periodísticas barajaban preferencias entre Paul Michel Carrillo de Cáceres, Cora Amalia Castilla Madrid, Eduardo Elías Espinosa Abuxapqui, José Mauricio Góngora Escalante, Gabriel Mendicuti Loria, José Luis Toledo Medina y Raymundo King.












