#Columna CORRE LA VOZ
Por: Jorge Castro Noriega
OVANDO, EL RESUCITADO
- Mega festejo priísta por su cumpleaños
- Los tres grandes ausentes y sus razones
- Mauricio “muerto”… ni en disfraz
- Patalea PRD, en tanto PT ya respira
NADA TIENE DE raro que un político, en uso o en desuso, festeje por todo lo alto su cumpleaños, sobre todo porque ya es costumbre que la mayoría de ellos, sean funcionarios de gobierno, legisladores o líderes sindicales, echen la casa por la ventana para celebrar en grande sus onomásticos con amigos, simpatizantes y familiares, en una especie de “termómetro” anual que les permite medir con cuánta fuerza cuentan y cuánto liderazgo pueden aportar, principalmente en tiempos eminentemente electorales.
Por eso, el magno festejo acontecido la tarde del sábado en las instalaciones del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Benito Juárez, que aglutinó a casi cinco mil personas y a la cúpula entera del PRI estatal, no habría pasado de ser otra vistosa y alegre “fiesta de unidad” de los priístas quintanarroenses en sus preparativos para la “madre de todas las batallas” en el 2016, a no ser que en esta ocasión el motivo del jolgorio tuvo como centro de atención a un personaje de la política chetumaleña casi olvidado y que, con esta bocanada de oxígeno puro, no sólo resucitó sino que la lectura al evento nos dice que fue colocado de botepronto en la sucesión. Si no como precandidato a la gubernatura –que ya antes se había apuntado, sin mucho eco–, tal vez sí como uno de los operadores más efectivos de los que pudiera echar mano el tricolor.
Fuerte aspirante a la gubernatura del estado en 2004, a Eduardo Ovando Martínez el entonces gobernador Joaquín Hendricks lo hizo a un lado para allanarle el paso a la candidatura a Félix González, quien venía apretando muy fuerte y que también dejó en el camino a Víctor Alcérreca y a Addy Joaquín. Durante el inicio de su administración, Félix mantuvo a Ovando en la “congeladora”, hasta que después le dio un par de nombramientos de mediana jerarquía y finalmente lo nombró secretario general de Gobierno.
Ex alcalde de Chetumal, ex diputado y ex senador, en su intento por la gubernatura Ovando logró tejer en aquel entonces, basado en el clásico sistema piramidal, una poderosa “red de amigos” que se propagaron, crecieron y se enraizaron por todo el estado apuntalando su proyecto, que de no ser por el golpe de timón que de última hora propinó Hendricks la historia quizá hubiera escrito varias páginas con su nombre en el capítulo de gobernadores de Quintana Roo.
Reconocido en su fiesta de cumpleaños por el propio mandatario estatal, Roberto Borge, como un “eficiente operador político” y casi alzado en hombros por la plana mayor del PRI que se volcó como nunca antes en su honor, Ovando revivió el sábado sus viejas glorias y parece que de ahí se fue a sacar los ganchos de la canasta para empezar a remendar, ya se sabrá a favor de quién, sus otroras temidas “redes”.
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EN EL MULTITUDINARIO ágape cumpleañero a Eduardo Ovando en Cancún, donde fue notoria la ausencia de tres de los seis “magníficos” a la sucesión: el anfitrión municipal Paul Carrillo, el muy aventajado Mauricio Góngora y el considerado “caballo negro” de la contienda, Gabriel Mendicuti, muchas versiones corrieron sobre las causas que a éstos les pudieron haber impedido asistir. De Paul, se comentó que no le cayó muy en gracia que le hayan armado en su territorio un tinglado del que seguramente él –fuerte aspirante a la “grande”– no iba a ser el beneficiario. A Mauricio lo justificaron sus allegados, asegurando que tuvo que viajar el fin de semana a Chetumal a atender varias invitaciones sociales que, espontáneamente, le hicieron llegar desde aquella jurisdicción, distante a 300 kilómetros de la suya. En tanto, de Mendicuti, se especuló que él prefirió no asistir pues como secretario de Gobierno, y no obstante de que es igual “tirador” a la gubernatura, tiene que ser garante del respeto a los tiempos y a las instituciones. En sus mensajes de llamado a la mesura así lo ha dejado en claro y es de los pocos de la “caballada” priísta que controla muy bien las ansias de promoverse públicamente.
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DE ACUERDO A la agenda de actividades oficiales de la Comuna benitojuarense, el alcalde Paul Carrillo al parecer anduvo el sábado supervisando los trabajos de bacheo en las calles destrozadas por las inclementes lluvias de las últimas semanas, por lo que tal vez ese fue el motivo por el que no pudo asistir al cumple de Ovando, a pesar de que quien estuvo a la cabeza del festejo fue nada menos que su jefe el gobernador, quien con su presencia ratificó el interés del PRI en catapultar de nuevo al veterano ex senador para aprovechar al máximo su laureada capacidad de operación política. Hasta el momento Paul no ha dado otra explicación, y si ese en verdad fue su impedimento, qué bien. Si tapó muchos huecos en el pavimento ese día, seguramente los cancunenses se lo agradecerán; pero a ver si no resulta que por eso se le haya abierto un boquete más grande… en su futuro político.
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YA AVERIGUAMOS Y, en efecto, sí fue cierto que Mauricio Góngora anduvo muy ocupado en otros menesteres en Chetumal el fin de semana, atendiendo varios eventos a donde lo invitaron y aprovechando, de paso, que el “changarro” se había quedado solo pues el alcalde capitalino, Eduardo Espinosa, viajó a Cancún para sumarse a la cargada tricolor. Con el camino despejado para darse a conocer un poco más entre los sureños, Góngora, uno de los dos punteros borgistas en la carrera por la “silla grande”, asistió a los festejos del 37 aniversario del Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (SUTAGE), a la Carrera de los Corredores del Faro para recaudar fondos para ayudar a los damnificados de las lluvias, compartió el pan y la sal con integrantes del Club de Amigos “Uk’O’Ob” y le dio vuelo a la suela, junto con su esposa Cinthya Osorio, en el tradicional Baile del Día de Muertos que reunió a la high society chetumaleña. Cabe mencionar que de entre la multitud de “catrinas”, “zombies”, “dráculas” y otros monstruos ahí presentes, Mauricio fue el único que no llegó disfrazado de nada; vaya, ni siquiera un poco de maquillaje rojo aquí, un poco blanco allá, o unos colmillos falsos –de menos– para mimetizarse con el macabro festejo. Y es que ha de haber pensado, que si así es como lo quisieran ver algunos ahora, “muerto” políticamente, ¿entonces para qué darles ideas a los maliciosos? Apariencia “cadavérica” o de “muerto viviente”, dice Mauricio que ni con disfraz.
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EL QUE ANDA como “El Jibarito”, loco de contento con su cargamento, es Hernán Villatoro, luego de que el Tribunal Electoral de la Federación restituyera todos los derechos políticos, electorales y administrativos al Partido del Trabajo, recuperando por ende su registro como partido político nacional y permitiéndole prepararse ya para enfrentar a la que llama la “elección del dinero”, que habrá de celebrarse el año entrante. En conferencia de prensa celebrada ayer ante la presencia de la Comisión Ejecutiva Estatal del PT, el representante de este instituto ante el Ieqroo, Mauricio Morales, dio a conocer la noticia que, aseguró, están hoy celebrando los mexicanos deseosos de una izquierda verdadera. Fustigó los intentos del “poder del Estado” por arrebatarles la voluntad de 1.2 millones de personas demostrada en las urnas el pasado 7 de julio, llegando al punto que quizá más le interesaba al casi desempleado Villatoro: la restitución de las prerrogativas financieras de 381 mil pesos mensuales que recibía hasta antes de que los anularan. Con esto el PT respiró de nuevo… y su líder, también.
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OTRO QUE PARECE querer resucitar conforme se acerca el “mes de muertos”, es el PRD. Prácticamente desmantelado por dirigentes voraces y roído hasta el tuétano por las “tribus” que se pelearon como fieras hambrientas las posiciones de poder hasta dejarlo en los puros huesos, el capítulo benitojuarense del Sol Azteca hace esfuerzos sobrehumanos por mantenerse de pie y en una privada sesión ratificaron a la secretaria general municipal, Karoll Pool, para mantener la conducción provisional de la dirigencia y aprobaron integrar cinco comisiones que, según ellos, les servirán para impulsar “una nueva dinámica” a los trabajos de su partido. Por ahí estuvo la diputada federal por golpe y gracia del destino (plurinominal; nadie la escogió ni votó por ella), Ivanova Pool, quien prometió ante el Consejo Municipal perredista que desde su curul no votará nada en contra de los intereses de la gente y defenderá las causas de la mayoría. Por lo pronto, puede empezar por exigirle a su cuestionado ex jefe Julián Ricalde y a la rapaz pandilla que lo secundó en el saqueo del Municipio cuando fue alcalde, que devuelvan al erario un poco de los millones de pesos que se embolsaron haciendo negocios inescrupulosos con el servicio público, para destinarlo a obras y servicios. Es una buena causa ciudadana, ¿o no diputada?
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NI BIEN TERMINÓ de celebrar con su esposa su sexto aniversario de casados y el reciente nacimiento de su tercera hija, José Luis “Chanito” Toledocolgó un rato la pañalera y dejó encargados los biberones en la lumbre, para ir a seguir aplanando calles y llevar al mayor número de personas su propuesta de creación de una agenda legislativa que le ayude a tomar mejores decisiones para Quintana Roo en el Congreso de la Unión, donde desde hace dos meses despacha como diputado federal. Él es el otro puntero en las encuestas sobre los seis aspirantes a la sucesión que integran el dream team del gobernador Roberto Borge, por lo que sabe que no hay tiempo que perder pues en noviembre su partido, el PRI, abre el proceso de participación para elegir a su candidato. “Chanito” anduvo por Tulum refrendando su compromiso de mantener un trabajo cercano a la gente como legislador, pero también reforzando la unidad de los priístas de este municipio en torno a un proyecto ganador. Y de ahí brincó hasta Lázaro Cárdenas, donde acompañado del edil Luciano Simá celebraron con la ciudadanía el tercer aniversario de la puesta en marcha del programa social “Reciclando Basura por Alimentos”.
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EN PLAYA DEL Carmen, no son pocos los que están atentos al “banderazo” de salida que les permita lanzarse en pos de la candidatura a la Presidencia Municipal. Unos apuestan a padrinazgos políticos, otros a lealtades creadas y creídas, unos más a cercanías laborales con el aún alcalde en turno, en tanto otro más confían simplemente en la buena imagen que su trabajo tanto en el servicio público como en la iniciativa privada ha permitido permear entre la población. En este último grupo se encuentra haciendo su lucha muy discreta el ex diputado y hotelero Lenin Amaro Betancourt, miembro de una de las familias de mayor renombre en el estado y cuyos miembros, al igual que él, han participado en el desarrollo económico de la entidad con la aportación honesta de varias de sus generaciones. Lenin sabe de administración pública, sabe de representación social y sabe de negocios y turismo, por lo que podría ser un buen candidato. El problema es que, lo que no se sabe, es si ya cuenta con un buen “padrino”, que parece ser hoy en día el requisito indispensable.
