CORRE LA VOZ
Por: Jorge Castro Noriega
- · No ceja en su empeño de sacar a Mauricio de la jugada en el PRI
- · Primero, los whatsapps mañaneros y el niño repartidor de volantes
- · Ahora, la bodega con “propagada” anticipada… de hace dos meses
DE QUE MAURICIO Góngora es uno de los aspirantes del PRI más apurados en ganar notoriedad en todo el estado y conseguir la aprobación de sus habitantes, no hay quien lo dude. Porque eso es precisamente lo que anda haciendo el alcalde solidarense y, cabe decir, no parece interesado en disimularlo.
Porque Góngora está metido de lleno en eso: En una precampaña a la gubernatura donde no va solo, sino que lo acompañan otros cinco “tiradores” del dream team del gobernadorRoberto Borge, más otro tanto igual no tan cercano a éste, que están haciendo exactamente lo mismo: Dividiendo el tiempo de sus responsabilidades públicas con el de sus aspiraciones personales, para conocer la geografía quintanarroense, a su gente, sus problemas y medir el pulso de la aceptación ciudadana.
Es comprensible que el edil de Solidaridad lleve prisa en posicionarse, en ganar simpatías y en darse a conocer fuera de su demarcación, pues esas son las reglas que tanto el PRIcomo el alto mando político les pusieron a todos los aspirantes,borgistas y no: El candidato a la gubernatura será el mejor posicionado. Y Mauricio, sabedor que es uno de los favoritos y punteros en esta carrera, pues no ha desaprovechado la oportunidad para tratar de abrir la brecha de la ventaja entre él y sus correligionarios.
Esta apuración de Góngora, aunado al hecho de que aún no tiene ningún cartucho ni de mediano calibre para tirarle a la “grande”, mantiene preocupado al que fuera el segundo partido de mayor peso en Quintana Roo, el PRD, que hoy reducido casi a escombros por las luchas de poder internas tiene fijada como única “estrategia” electoral tumbar del caballo al priísta solidarense, en vez de destinar los pocos recursos que le quedan para reagruparse y buscar entre sus retazos de militancia –porque todas sus cartas fuertes ya emigraron– a ver si encuentran a alguien que les permita hacer algo más que el ridículo en el 2016.
Porque resulta harto sospechoso que tanto en agosto, como ahora en noviembre, haya sido el PRD el autor de los “descubrimientos” de supuestas pruebas que, asegura, demuestran que Góngora ha incurrido en actos anticipados de campaña y que se está gastando el presupuesto de su municipio en promocionar su imagen.
Tres meses atrás, armó un escándalo y presentó una querella –que no prosperó– ante el entonces Instituto Electoral de Quintana Roo, con la foto de un niño repartiendo volantes con el nombre del edil playense, en una calle no identificada, de una ciudad no identificada. Y ayer, luego de ser “descubierta” también por ellos, denunciaron el presunto hallazgo de una bodega en una Región de Cancún donde, aseguran, encontraron cajas con gorras, playeras y pelotas con el nombre del aspirante a sucesor de Borge.
A ojo de buen cubero y sin echar mano de fórmulas matemáticas más confiables, el PRDcalculó al tanteo en 5 millones de pesos el “dispendio” gongorista en esos “regalos de campaña” (así los bautizó) y raudo fue a hacer lo único que sabe hacer bien: quejarse y echar pleito. Así que ya anunció que va a acusar de nuevo a Mauricio, ahora ante el nuevoInstituto Nacional Electoral, de los mismos “delitos electorales” de la vez pasada. Chance y ahora sí le cuaja.
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EN ESTA INSISTENTE embestida del Sol Azteca contra uno de los favoritos –porque hay que admitir que no es el único, ni va con el camino despejado– a ocupar la candidatura delPRI al gobierno del estado, se pueden interpretar dos cosas: O elPRD no tiene mejores cosas que hacer en casa y por eso anda husmeando siempre en la de enfrente, o Mauricio Góngorapudiera estar siendo objeto de un “fuego amigo” financiado generosamente a favor de los líderes perredistas, tan proclives ellos al dinero fácil.
Sólo así, de esta manera, se entendería que por qué en vez de estar afilando sus lanzas para dar la batalla el año entrante, los perredistas se encuentran únicamente obsesionados con sacar al alcalde playense de la jugada del PRI, cuando éste aún no es el enemigo a vencer en las urnas pues falta que primero gane la interna del tricolor. ¿Un priísta?: Ese sí podría estar interesado en que Góngora resbalara al precipicio con todo y montura.
A finales de agosto pasado, una agresiva campaña estatal de mensajes masivos a teléfonos celulares y correos electrónicos en horas de la madrugada promoviendo sus logros como alcalde de Solidaridad, así como el reparto casa por casa de cartas con su foto invitando a sus moradores a conocerlo, hicieron de Góngora el personaje más aborrecido de norte a sur. Él, que se encontraba iniciando su precampaña de posicionamiento, se deslindó de ese acoso ciudadano y ofreció la lógica explicación que, si lo que él buscaba era la simpatía de los quintanarroenses, sería una estrategia muy equivocada utilizar ese tipo de recursos que generaban exactamente lo contrario. Y dijo entonces sospechar que era un ataque pagado.
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COMO SUCEDE CON los atentados terroristas, no fue sino hasta días después cuando alguien se reivindicó el ataque: Emiliano Ramos, dirigente estatal del PRD, se puso el saco y enarbolando una fotografía de un niño de escasos diez años cargando una bolsa repleta de panfletos con la imagen y el nombre del edil de Solidaridad, que supuestamente circulaba en las redes sociales, acudió ante el Ieqroo a presentar una denuncia en su contra por “actos anticipados de campaña” y “promoción personal”, iniciándose el expediente IEQROO/ADMVA/001/2015, el cual, por cierto, Ramos nutrió con capturas de pantalla con los supuestos mensajes madrugadores enviados por Góngora días antes, pidiendo que se investigara la “presunción” –o sea, que ni siquiera estaba seguro– de que lo estuviese haciendo con recursos públicos.
El 11 de septiembre, el Ieqrroo desechó la queja del PRD al considerar que no existían elementos suficientes para sostener las acusaciones, pues la simple exhibición de capturas de pantallas de celulares y una foto de un niño solitario en la calle, máxime que su origen provenía del anonimato que prodigan las redes sociales, no permitía establecer la responsabilidad de que Mauricio los hubiese enviado de su teléfono personal o él le hubiese puesto al menor la pesada carga propagandística sobre sus hombros. Por supuesto, el PRDacusó al Instituto de actuar con parcialidad a favor del PRI, de que era un organismo vendido, pero en los hechos, ni de uno ni de otro lado, nada comprobó.
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Y COMO ESTÁN convencidos los obsesos perredistas de que la tercera es la vencida, el fin de semana dieron a conocer el presunto hallazgo en la Región 96 de Cancún de una bodega repleta de propaganda del presidente municipal de Solidaridad. Según revelaron a medios de comunicación afines, que curiosamente fueron los mismos que en las dos intentonas anteriores les hicieron eco a sus acusaciones, personal del propio equipo de campaña del aspirante gubernamental les “filtró” las fotografías y los datos. Una vez más, fue información recibida de forma anónima pero, sabráse por qué extraña costumbre, para los del PRD esta vía es la que más aceptan ellos como válida.
No explican cuál fue la ecuación aritmética que utilizaron para hacer el cálculo, o si bien hayan solicitado una cotización exprés a algún proveedor cercano, pero los perredistas y sus asesores de medios tasaron de inmediato en 5 millones de pesos la inversión en gorras, playeras, vasos y pelotas que, efectivamente según vimos en las fotos, traían impreso el nombre de Mauricio Góngora, al que de inmediato señalaron de despilfarrar los recursos de su municipio para costear, dijeron, “propaganda adelantada con miras a obtener la candidatura priísta a la gubernatura”.
La referencia a la que aluden son las fotos donde se ve a unas personas descargando de un camión y una camioneta varias cajas que en su interior llevaban bolsas con los artículos referidos, pero resulta débil el argumento puesto que las fotos no exhiben fecha impresa ni elemento alguno que demuestre cuándo y en dónde fueron tomadas. Y si así fuera, todo mundo sabe que el marcador de fechas de una cámara fotográfica es manipulable.
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LOS GENIOS ACUSADORES también pasaron por alto otro “pequeño detalle”: las leyendas o eslogans impresos junto con el nombre de Góngora:
Las playeras decían: “Mauricio Góngora / Servicios Públicos para equilibrar el desarrollo / Informe Ciudadano Solidaridad 2015”.
En los balones se leía: “Mauricio Góngora / Más y mejores espacios deportivos / Compromiso Cumplido”.
En los vasos el mensaje era: “Mauricio Góngora / Juntos Cumplimos / Informe Ciudadano Solidaridad 2015”.
Y por último, las gorras: “Mauricio Góngora / Juntos Cumplimos”.
No hay que ser muy inteligente para adivinar que estos artículos (“propaganda adelantada con miras a obtener la candidatura priísta a la gubernatura” según el PRD), son promocionales del segundo Informe de Gobierno del alcalde solidarense, el cual se celebró el pasado 19 de septiembre. Hace dos meses para ser exactos.
No sólo en Quintana Roo, sino en todo México, es costumbre que los ediles, al rendir sus informes, le regalen a sus gobernados algún recuerdo de la fecha, buscando que éste le sea de utilidad en sus casas, en sus personas o en el esparcimiento familiar… como playeras, gorras, vasos y pelotas, por ejemplo.
Y de un recuerdo, a una “propaganda anticipada” para buscar ser gobernador, hay mucha diferencia. Es más, han corrompido tanto los partidos políticos a los electores, que en una campaña ya éstos no cambian su voto si no es por dinero, relojes y electrodomésticos. ¿Gorras y pelotas de un evento político viejo?: Quizá las acepten, pero la imagen de tacaño que reflejará el aspirante no le ayudará mucho en las urnas.
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CON TODO ESTO, los del partido del Sol Azteca, obsesionados como están con Mauricio Góngora –¿qué oscura fantasía tendrán con él?–, ya anunciaron que irán a quitarle el tiempo de trabajo en tareas más productivas a los consejeros del nuevoInstituto Nacional Electoral, quienes tendrán que desentenderse de sus deberes para atender la querella delPRD por supuestos delitos electorales. Y adelantemos un poco el rollo de la película pues ya sabemos en qué va a terminar: El INE declarará improcedente la denuncia, los perredistas lo acusarán de parcialidad a favor del PRI, de haberse vendido, y de ahí se replegarán a alguna penumbrosa oficina a fraguar el siguiente golpe. Con suerte, el siguiente sí funciona.
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