El año próximo, sin afanes catastrofistas, será un año terrible. El gasolinazo impactará a toda la economía y se ahondará la desigualdad social y el descontento de amplias capas de la sociedad mexicana. Este desproporcionado aumento llega en un momento complejo por el arribo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, teniendo a México como uno de los objetivos de su política imperial.
El presidente Enrique Peña Nieto ha sido un fracaso. Su política económica no ha funcionado. Su política de seguridad ha sido un desastre. La corrupción alcanzó grados nunca vistos en el país. Permeó con gran escándalo a estados y municipios. Por ello la descomposición del tejido social es muy grave. Mucho muy grave. Millones de jóvenes no tienen oportunidades de educación ni de empleo. Y son la reserva social de la delincuencia.
México está en un grave peligro. Y no es una metáfora. Lo que está en riesgo es la viabilidad misma de México como nación. Las acechanzas interiores y exteriores son un hecho real, a la vista de todos.
Ante esta circunstancia el PRI se está desdibujando como partido. Son escasas o nulas sus posibilidades de conservar la Presidencia de la República. Hay suficiente información de analistas serios de que existe un pacto para que Margarita Zavala sea la sucesora de Peña Nieto. Por eso tiene de manera clara el apoyo de Televisa y de poderosos grupos empresariales que en 2012 apostaron por Peña Nieto.
Los partidos que firmaron el Pacto por México están en un brete. No tienen en estos momentos un discurso creíble.
La tarifa del cruce de los barcos de Ultramar de Puerto Juárez a Isla Mujeres ha sufrido un aumento desproporcionado. Es una provocación a la población de la isla que ha manifestado su descontento y ha ocasionado desconcierto entre los turistas. Los abusos de Ultramar tienen, de manera sospechosa, la complicidad de autoridades federales que se hacen de la “vista gorda”, no sólo por sus abusos tarifarios, sino por sus depredaciones ambientales. Se habla de sociedades con los hijos de Marta Sahagún y otras cosas.
Pero en esta ocasión los isleños no están solos, porque tienen el apoyo del Ayuntamiento que encabeza Juan Carrillo Soberanis, quien acudirá a las instancias legales correspondientes para revertir los desproporcionados incrementos. Las autoridades de Isla Mujeres hacen bien en defender los intereses de la población y del turismo. Isla Mujeres no puede ser rehén de un grupo impulsado sólo por la codicia.