Propiedad actualmente del empresario de origen chileno Santiago Ancona Teigell, la franquicia de First National Security, que ofrece el servicio de cajas de seguridad, llegó a Cancún en 1994 de la mano de Julio César Mena-Brito Andrade, quien en su momento ocupó diversos cargos en el gobierno de Mario Villanueva Madrid.
Desde su llegada el servicio de esa empresa, enclavada en un centro comercial del corazón de Cancún, se popularizó entre políticos, empresarios y directivos de empresas para resguardar dinero en efectivo, joyas, escrituras y hasta uno que otro secreto.
Con el paso de los años, al parecer Mena-Brito Andrade se deshizo de la empresa que llegó a las manos de Ancona Teigell, un hombre formado bajo la influencia del cristianismo, que es rotario, profesor de la clase “responsabilidad social” de la Universidad Anáhuac y presidente de la comisión de anticorrupción de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Evidentemente Ancona Teigell ya perdió su negocio y de tajo se eliminaron las fuentes de empleo que generaba, todo por una rabia muy rara del Estado Mexicano, no de una sola de sus instituciones, sino del Estado en su conjunto según se trasluce con los hechos.
No se explica el autoritarismo con el que la PGR actuó y sólo informó de la existencia de una orden de cateo y aseguramiento días después de que a golpe de cincel retiraron las cajas de sus nichos.
En un comunicado, la dependencia es ambigua al señalar que una vez que se dé por concluida la revisión de las 1,500 cajas “se determinará lo correspondiente sobre el destino de los objetos”, pero también establece que “todos aquellos bienes que no guarden relación con los hechos materia de la investigación que realiza la Procuraduría General de la República, serán devueltos a la brevedad posible a quien acredite su interés jurídico”.
¿Quién determinará “lo conducente”?
Es decir, por ejemplo, las joyas heredadas por generaciones, de las cuales no hay facturas o documentos parecidos, no podrán ser recuperados con sus propietarios. ¿A dónde irán a pagar?
Se calcula que en esas cajas hay por los menos $100 millones de pesos en joyas. Seguramente muchas adquiridas con recursos de dudosa procedencia, de lo cual no es responsabilidad del empresario que presta el servicio de resguardo, pero otras tantas más fueron obtenidas con el trabajo constante de sus posesionarios que de mala manera han sido exhibidas por la prepotencia, el autoritarismo de la PGR.
¿Porqué esa manera de actuar de la autoridad?
¿Qué es lo que busca en realidad la PGR?
¿Porqué las acciones legales emprendidas por los afectados, entre ellas, amparos, no han obtenido éxito?
¿Hay en esas cajas algún secreto que a alguien le interesa que no se sepa?
¿Para qué desmantelar las cajas si lo que se busca es dinero o joyas presuntamente mal habidas de alguien?
¿No se pudieron enfocar en las cajas que están a nombre de los sospechosos y sus allegados?
¿No hay tecnología como para determinar los contenidos de una caja de metal?
¿O acaso esa tecnología no permite encontrar algún tipo de secreto que se busca con desesperación?
Más allá de la acción de la PGR seguramente hay un misterio del que difícilmente nos enteraremos los mexicanos.
Platea
El presidente Enrique Peña Nieto, quien alguna vez consideró a Roberto Borge Angulo como “no de los gobernadores jóvenes, de una nueva generación de priistas”, estará al medio día de este martes en Cancún, para inaugurar la Termina 4 del aeropuerto local que, con esas nuevas instalaciones y sus dos pistas, ya puede considerarse como la terminal aérea más grande del país.