CORRE LA VOZ
Por: Jorge Castro Noriega
¡A ver, a ver, a ver! Como que de algo nos perdimos en el melodrama político-electoral priísta que estamos presenciando en Quintana Roo, o en algún descuido nos saltaron un capítulo de la historia sin avisarnos, pues como que los números de repente ya no nos cuadran.
Ayer por la mañana, en tempranera entrevista con Grupo Fórmula a nivel nacional, el dirigente del PRI doméstico, Raymundo King de la Rosa, después de recitar el guión completo sobre el cacareado tema del candidato de unidad que habrán de sacar, asegura él, suavecito y sin dolor, señaló que los “tiradores” a la gubernatura son siete, incluyéndolo a él.
Y no fue una, sino dos veces, las que hizo mención de esa cifra en la que, a todos los que conocemos y seguimos de cerca la disputa por la candidatura desde el principio hasta ayer, nos quedó sobrando un número. Porque, descartando al fugitivo Carlos Joaquín que nunca brilló en el selecto grupo de los chicos de Borge, siempre fueron seis los “gallos” oficiales a saber: José Luis Toledo, Mauricio Góngora, Paul Carrillo, Eduardo Espinosa, Gabriel Mendicuti y, por supuesto, el propio “Ray”.
“Somos siete los que estamos aspirando a ser el candidato de nuestro partido, el candidato de la coalición, junto con el Verde y Nueva Alianza, para el Gobierno de Quintana Roo”, citó textualmente el líder tricolor estatal, sin dar el nombre del misterioso séptimo en la jugada al que coló tan furtivamente y del que, concediendo que no haya sido un error deKing, nadie dudaría que sería una mujer –hombres ya sobran en la oferta– la que pudiera entrar al quite.
Horas más tarde, una picante nota voló por la cibercarretera de la información, en la que, supuestamente, el siempre ecuánime y muy equilibrado secretario general de Gobierno, Gabriel Mendicuti, quien es también uno de los más sólidos aspirantes a la “grande”, habría confesado a un columnista nacional que ya sólo quedaban cuatro competidores por la candidatura, entre los cuales –le atribuyen a “Gabo”– ya no figuraba el “delfín” Toledo porque su proyecto se había caído con la renuncia de Carlos Joaquín alPRI.
Y por si fuera necesario echarle limón y sal a la herida, el columnista ventiló también que fuera de agenda y sin el conocimiento del gobernador Borge, Mendicuti
El caso es que de acuerdo a lo que escuchamos y leímos ayer, a decir del dirigente del PRI hay un nuevo, o nueva, aspirante a la gubernatura. En Chetumal, por los rumbos de la Oficialía Mayor, nos cuentan que se escuchó un bullicio de algarabía.
Ignoramos si se le escapó a King el dato o de arriba le dieron la orden de soltarlo, quizá para calmar ciertos ánimos desbocados, pero lo cierto es que la hipótesis de una figura femenina como “tercera en discordia” no se antoja improbable para lograr la codiciada candidatura de unidad y de inclusión que, a como están las cosas en la caballada varonil, cada vez son menos los que la garantizan.
En cuanto al supuesto affaire del secretario de Gobierno al que “balconearon” mediáticamente con las supuestas declaraciones que dio sobre la reducción de seis a cuatro el número de corceles que quedan galopando en el hándicap, y ninguno de ellos era“Chanito”, fuentes al interior del PRI nos aseguran que todo fue producto de un mal manejo de la información y una personal interpretación del columnista a un tema que se le comentó. Mediador y hombre de equilibrios como es, para Mendicuti le queda claro que siguen seis, no cuatro ni siete, en la competencia.
Y bueno, la realidad también de su incursión ayer a la Secretaría de Gobernación en la capital del país, quedó aclarado, no tuvo nada que ver con la “grilla” electoral, sino que era un tema del Movimiento Antorchista en el estado del que quería platicar el subsecretarioMiranda con él, como responsable de la política interna de Quintana Roo. Que, por cierto, ni siquiera lo recibió, pues ya estando en la antesala de su oficina le reprogramaron la cita para el jueves 25 de febrero.
Claro que para la próxima, no estaría mal que el “Gabo” le avise a su jefe el gobernador a dónde y a qué va, para evitar especulaciones… y periodicazos innecesarios.




















