DESTRIPACUENTOS
- Sin visión panorámica, los líderes sindicales de ese gremio no alcanzan a ver que los tiempos cambiaron. Se acabó su mina de oro
- Y van a salir raspados si creen que pueden enfrentarse al gobernador, quien contará con sólidos respaldos: De la ley y de los ciudadanos
Cancún, Quintana Roo .- Los ciudadanos de Cancún quieren la entrada de `Uber´ y otras plataformas digitales para contratar servicios de transporte. Es cierto que ni siquiera es necesario consultarlos. Pero el gobernador, Carlos Joaquín, prefirió cumplir con un proceso legal donde además, la ciudadanía podrá emitir su opinión en forma vinculante; es decir, que su decisión será una orden para cumplirse.
La respuesta inmediata de los sindicatos de taxistas fue una amenaza. Un amague que pretende `medir´ fuerzas con el gobierno. Están convencidos de que podrán echar abajo la consulta, acordada para el uno de julio.
Lo que viene es un encontronazo donde los taxistas van a salir perdiendo. No tienen la visión panorámica de lo que está ocurriendo.
Si deciden endurecerse, acabarán `ablandados´ porque la ley está en su contra.
La ciudadanía está en su contra y la modernidad está en su contra.
No lo alcanzan a ver.
Los sindicatos de taxistas cumplieron una función política y económica para los gobiernos en turno. Hasta que llegó Carlos Joaquín González.
Las cúpulas de esos organismos, unos cuantos grupos que se turnan el poder en procesos internos siempre manipulados, son los únicos que acumulan riqueza, mientras mantienen empobrecidos y a la espera de una concesión a los operadores, sujetos a una serie de abusos que garantizan ese círculos vicioso.
Cuando esta semana el gobernador pidió al órgano electoral que, en paralelo a las elecciones de julio entrante, pregunte a los ciudadanos si quieren o no que entren en vigor plataformas digitales para contratar el servicio de autos de alquiler, lo hizo de una forma calculada a detalle.
Es un golpe mortal para esos grupos fácticos que estaban acostumbrados a acompañar al gobierno en turno, a cambio de protección y componendas. Ayudaban a su partido de origen, el PRI, a ganar elecciones.
Sin embargo, el gobierno que encabeza Carlos Joaquín no los necesita para nada. Ni contribuyen económicamente, y estorban políticamente.
El Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), dio luz verde a esa solicitud del Jefe del Ejecutivo.
En respuesta, los líderes taxistas se acuerparon y anunciaron en forma no muy velada que emprenderán “todo lo que sea necesario” para impedir esa consulta.
Este lunes los 17 sindicatos de taxis del estado se reunirán en un `cónclave´ para decidir qué estrategia seguirán en su intención de doblegar al gobierno de Carlos Joaquín.
Se les olvida que las concesiones las otorga el gobierno del estado.
Y que ya no hay vuelta atrás en el calendario. Van a salir raspados.
@AntonioCallejo