Hemos crecido, al menos la gran mayoría de nosotros los mexicanos, escuchando la frase de: “El que no tranza, no avanza”, y en ocasiones se ve que alguien logra algo a expensas de pasar por encima de otros.
¿Será qué no se ha desarrollado debidamente la empatía tanto en lo individual como en lo social? ¿O que no sabemos trabajar y vernos como equipo? ¿Carencia de educación? O como normalmente menciona un examen de confusión múltiple: Todas las anteriores.
Antes de desenredar la madeja sería conveniente analizar por qué es importante cambiar la actitud de que es necesario ver por mí, luego por mí, y si es necesario tranzar al otro para avanzar. ¿En qué nos beneficia una actitud de gana – gana?
El gana – gana podría definirse como un beneficio mutuo, lo que trae una enorme ventaja como individuo, sí, al pensar en que el otro también gane, nos ayuda a:
- Desarrollar empatía, es decir, ponernos en “los zapatos del otro”.
- Desarrollar inteligencia emocional, pues requiere comprensión, escucha activa y para ello es necesario controlar las emociones.
- Reduce el estrés, pues el ambiente en el que se convive hay cordialidad y las discusiones se vuelven funcionales, útiles.
- Aumenta la creatividad; al procurar el beneficio mutuo se trabaja en equipo, lo cual permite el fluir de ideas y propuestas de forma óptima. En el ámbito laboral la gente se vuelve más productiva.
El gana-gana mejora significativamente cualquier relación, sí ya sé, tal vez me dices, “Lizzy, pero eso puede aplicar a una relación de pareja o familia, pero qué tiene que ver con la sociedad?” Dan Price, director ejecutivo y fundador de Gravity Payments decidió recortar su salario en 930,000 dólares, e hizo que a los empleados peor pagados en su empresa, se les duplicara su sueldo. Esta decisión la tomó al leer un estudio de la relación de un buen sueldo y la felicidad. El bienestar de sus empleados era para él importante. ¿Te imaginas cómo impactó positivamente su decisión en la vida de sus empleados? ¿Te imaginas la lealtad que estos empleados tendrán por ese “jefe”?
Este es uno de tantos ejemplos de verdaderos líderes que van más allá, que son conscientes del beneficio que obtienen con el ganar –ganar. Esto llevado a nivel social, puede generar el cambio que muchas veces se ha expresado que deseamos como sociedad. No, no es necesario tranzar para avanzar, es un aprendizaje equivocado. “Lizzy pero desear eso es muy ilusorio e ingenuo” podrás pensar, probablemente para algunos, pero de ser así Dan Pryce como tantos otros no existirían.
Comencemos en el día a día, con los más cercanos; la pareja, la familia, los compañeros, y ¿por qué no? Con aquellos que son nuestros empleados en caso de ser empresarios. Esto no es para cualquier persona, esto es para aquellos que no desean estancarse, que desean crecimiento en cada aspecto de su vida; físico, emocional, psicológico y laboral. Este mundo, este país, esta ciudad requiere de más Dan Pryce, de más líderes con mentalidad gana- gana ¿Te atreves a ser uno de ellos?