THE CHA CHA CHA CLUB… CAPSULA CULTURAL DE JARANCHAC POLITICO.
( * Y¿Por qué Cha Cha Cha Club escribidor? Porque son cápsulas culturales para quienes desayunan con Chaya, Champagne y Chanel No 5…)
CUENTO EROTICO DE -Ismael Gomez Dantes
( De «Historias de un Viejo Experto en Marketing en la Habana)
“El Puro se había pasado la segunda mitad de su vida en La Habana haciendo proselitismo sexual con una elocuencia tan pródiga, que hubiese sido la envidia de pregoneros, merolicos, adivinadores, nigromantes, pitonisas, predicadores, parlanchines, charlatanes, locuaces, lengua sueltas, oradores, políticos y sofistas.
Para él, La Habana ,no podía ser otra cosa que un frenético gineceo, en el que confluían en perfecta armonía la lujuria, la pasión, el sadismo y la locura, junto con la pasión, la dulzura, la ingenuidad y la ternura.
A decir del Puro, la ciudad aceptaba en su benevolencia, un enérgico frenesí (casi una epifanía) , igual para blancos que para negros, mulatas, trigueñas, rubias, cojos , mancos, ciegos, ninfómanas, invertidos, incluso testigos de Jehová.
Pero lo que conmovía al Puro hasta las lágrimas ,era como su Habana, podía acoger en su seno ,con infantil candidez a los miles de desahuciados del mundo: solteros, viudos, divorciados, estériles, impotentes, deformes, et alt, ofreciéndoles el más suculento buffet de ansiosos e inocentes sexos, que como ramillete de siete príncipes negros (1), Impregnarían al afligido, haciéndoles recobrar su fuerza vital, su pundonor y brío. Por lo anterior, no era extraño que el Puro se refiriese a La Habana, como el Harén de los Desahuciados. Sobra decir que de su directorio dependían veteranos de guerra, precoces, viejos verdes, primerizos mutantes, lesbianas y maricones de todos los lugares del mundo, quienes a través del Puro, accedían a lo más inverosímil en materia de belleza, el menú continental más completo de mujeres.
-De todo hay para la venia del señor- era su slogan preferido
Su sofisticación en la materia había alcanzado tal grado de decantación , que tullidos, invidentes, y desubicados, acudían a él y lo veneraban como un gran padre de la filantropía…
Para los tullidos, el Puro tenía preparado a Digna, una mujerona experta en silla de ruedas quien basa su expertise en un solo secreto:
-Hay que concentrarse en el pene- decía
-Lo demás es pura utilería- sentenciaba firme.
(1)Flores típicas cubanas
Pero Danae, la mujer más femenina de toda la Isla, no compartía del todo esa tesis y defendía con ahínco el derecho a la fantasía.
-No tomar en cuenta una silla de ruedas, una pata de palo, un hombro sin extremidad- decía Lo único que evidencia, es una total y absoluta falta de imaginación…-
Y el Puro debía de pensar como ella, porque le miraba de una manera poco usual en él.
En realidad lo que sucedía era que el Puro no necesitaba corroborar las atrevidas hipótesis de la bella isleña, porque había sido precisamente con ella , con quien había protagonizado una escena parecida en pleno carnaval.
Estando como todos los días en estado de excitación insalvable, el Puro aprovechó el tumulto para montársela, primero en un bici taxi chino, para después subírsela en hombros en plena procesión.
Ya metido dentro de su saya, el Puro trabajó con tal furor su lengua, que ambos alcanzaron el orgasmo, justo a la altura de la fábrica de puros Partagás, al tiempo que se iban a estrellar contra una hilera de negros que llevaban cargando una especie de chorizo colorido , que pretendían hacer pasar por la Danza del León, cosa que les enfureció.
Y no fue tanto éso, sino que el corpulento cuerpo del hombretón aquel, siguió embistiendo hacia adelante como impulsado por la fuerza de su propia eyaculación. Fue entonces que viró hacia un lado para no tropezar con la columna de los guaracheros de Regla, y en su lugar, fueron a dar contra varios puestos de dulces, cabezotes, capuchinos en almíbar, marquesitas de guayaba, merenguitos, cake, natilla, harina dulce, y croquetas, que salieron volando como confeti espeso.
Danae no necesitó esperar a que el Puro les explicara la situación, y corrió y corrió desde el Parque de la Fraternidad ,hasta Belascoarain (por Reina), sin detenerse. Detrás de ella, El Puro, bañado en semen y distintos merengues y cakes .
Una vez a salvo, El Puro se dirigió a Danae de manera solemne:
-Fíjate tu si hay que tenerles miedo dijo , que hasta ellos mismos van siempre en manada…
-Y Danae, lúcida todavía tras corretiza, le alcanzo a decir:
-Recuerda Puro que yo también soy negra. ¡No se te olvide!
A lo que el Puro contestó sin inmutarse: -Si lo prefieres no digo manada ¿Te parece bien cardúmenes?
El Puro tuvo que prepararla un té de malanga a Danae para el susto, a sabiendas que el bálsamo de su babilla, caía muy bien al estómago.
Justa era otra en el apartado de situaciones especiales. A ella El Puro la tenía encomendada para caso de visitantes con todo tipo de enfermedades de la piel: sarna, varicela, acné, verrugas, gangrena, herpes, ampollas, pústulas, llagas, escamas, tubérculos, granulaciones, barrillos, callos ,hernias, chentraciones, ronchas, sarpullidos o manchas, todas estas texturas que no resultaban desagradables a esta trigueña de piernas largas y esplendido talle, quien desde hacía décadas, estaba acostumbrada a toquetear todo tipo de tubérculos: papa, boniato, yuca, ñame, etc. en el marcado agropecuario.
Para el grupo de invidentes, El Puro se había ofrecido como tour operador, y su diatriba y exposición era tan puntual y con tal detalle y elocuencia al describir las increíbles formas de sus futuras concubinas, que dos o tres de ellos, tuvieron que apretarse la vejiga, para no salpicar de esperma la docta conferencia, en que jamás una mujer alcanzó calificativos tan elevados y sublimes, en las palabras de aquel agitador de masas experto en marketing…” FIN