Si alguna duda había en el CEN del PRD por la postulación de José Luis Toledo como su candidato a la Presidencia Municipal de Benito Juárez, al líder nacional, Manuel Granados, ya la quedó el panorama más claro.
La bulliciosa convocatoria de más de dos mil simpatizantes que generó “Chanito” Toledo el domingo que se registró ante el Ieqroo, teniendo como testigos a Granados y a los dirigentes estatales del PRD y el PAN, disipó las dudas y el ex priista demostró ahí que no se equivocaron con él.
Muy apocada, insignificantemente reducida, resultó en comparación el mitin de protesta del rebelde Emiliano Ramos un día antes frente al Palacio Municipal de Cancún, donde con todo y el apoyo que le dio su hermano Alejandro, director de Transporte de Sintra, al conseguirle autobuses y acarreados de municipios lejanos, apenas y logró reunir en su manifestación “anti Chanito” a unos 200 seguidores.
En política la forma es fondo y uno y otro demostraron el por qué de su insistencia en ser candidatos a alcaldes de Cancún. Toledo por un lado enseñando el músculo y su capacidad de convocatoria -priistas en su mayoría- y Ramos, por el otro, evidenciado que más allá del berrinche personal, no es lo que se diga un gran generador de votos y simpatías.