EN ÓRBITA Marcelo Salinas
@msalinas21
Ya habíamos deslizado en este espacio la importancia que se le da en Quintana Roo a las elecciones en Yucatán, programadas también para el 1 de julio. Son 30 entidades con un proceso en curso, aunque el vecino concita la máxima atención por diversos motivos.
El primero tiene relación con la cercanía geográfica, que incluye al ámbito cultural: el peso de tradiciones, costumbres y quehaceres, con sello yucateco, ha sido determinante en el devenir de uno de los estados más jóvenes como este, sobre todo en nuestra zona maya, una región indudablemente compartida por ambos.
El segundo es de tipo social: un alto porcentaje (entre 30% y 40%) de la población foránea registrada proviene de allí. Muchos, inclusive, tienen casa, parientes o negocios, lo cual les obliga a visitarles con frecuencia. Son parte de la llamada “población flotante”; es decir, que reside en ambos lugares.
Durante los últimos años se ha detectado que una cifra todavía indeterminada de quintanarroenses ha migrado al oriente, o a la capital Mérida, atraídos por la seguridad y el progreso. O sea, un proceso inverso al antes descrito.
El tercero es de tipo económico: son decenas de empresarios yucatecos exitosos con negocios en el Caribe mexicano, quienes, sin embargo, no olvidan sus raíces por obvias razones. Los de apellido prominente tendrán negocios turísticos, o pensarán en ellos, debido a la pujante costa yucateca, cuyo auge es notorio ya entre Río Lagartos y Celestún.
El cuarto es de político-electoral, oportuno para desarrollar por los tiempos. No son pocos los casos en que gobernantes de los dos territorios se han apoyado en ciertas tareas. Tan emblemáticos como polémicos fueron los de la última década.
Pero además no son raros los llamados de alerta por supuesto “turismo electoral”. Hace unos días, en sesión ordinaria del Consejo Electoral de esa entidad, representantes de partidos políticos pidieron al Instituto que se vigile dicho asunto por hechos conocidos en el pasado.
Respecto a lo anterior, cabe recordar que detectaron a residentes de Quintana Roo viajando al oriente para inflar el padrón; una acusación que, en todo caso, afecta a todos por igual, no solamente al partido en el poder (el PRI).
Habrá otros motivos. Estos son los relevantes, de los cuales hablan los vecinos. En ese contexto pues se desarrolla la competencia, claramente entre dos con posibilidades de ganar: Mauricio Sahuí Rivero y Mauricio Vila Dosal (PAN).
El primero, con fuerte presencia en municipios, aspira a suceder a Rolando Zapata Bello (uno de los gobernadores con mejor evaluación en el país), y el segundo, con la intención de prolongar su aceptable gestión en la capital.