Euros, rublos, libras esterlinas, dinares… hasta 27 divisas diferentes se pueden encontrar en nuestro continente
Si un ciudadano de nuestro continente echa mano del monedero, lo más probable es que saque algún euro. No en vano es la divisa de los diecinueve países que integran la llamada eurozona. Pero también se pueden encontrar en Mónaco, San Marino, Ciudad del Vaticano y Andorra, que, sin ser miembros de la Unión Europea, establecieron un acuerdo con esa institución para emitir sus propios euros con los símbolos nacionales en el reverso. También los hay en Montenegro y Kosovo, que no tienen sellado un convenio, por lo que no los emiten, pero sí los utilizan. Por tanto, en veinticinco países europeos se puede pagar con la divisa de la UE. En economía, el Banco Central Europeo es la entidad responsable de la política monetaria de los estados que forman la zona del euro.
Todas las monedas de euro poseen una cara común en el reverso, que representa el valor (ocho diferentes que oscilan entre un céntimo y dos euros), pero también hay ediciones para coleccionistas con mayor valor nominal. Por ejemplo, Alemania ha puesto en circulación recientemente una nueva moneda de cinco euros (2,25 millones de unidades) que solo es usable en territorio germano, mientras que en España las hay de 12, 20 y 30 euros
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Pero, además del euro, en Europa coexisten hasta veintisiete divisas diferentes. La más antigua es la libra esterlina, cuyos orígenes se remontan a 1489, en el reinado de Enrique VII. Junto a ella conviven otras como el franco suizo, las coronas danesas, islandesas, noruegas, suecas y checas, el rublo ruso, el lari georgiano, el florín húngaro, el leu moldavo, el dinar serbio, el lek albanés o el marco bosnioherzegovino.
Fuente: MuyInteresante