¿Qué podemos pedir a los Reyes Magos cuando los niños ya tienen de todo? Con el catálogo de juguetes delante de los ojos es muy fácil para los más pequeños dejarse llevar y pedir todo lo que está a su alcance y más.
Sin embargo, los papás y mamás saben por experiencia que muchos de estos juguetes acaban en una pila de cosas que no se usan después de las primeras semanas, bien porque la emoción inicial desaparece, bien porque no se trataba del juguete adecuado para la edad o desarrollo del niño.
Los juguetes, o más concretamente el juego, son esenciales para los niños, tanto en términos de creatividad e imaginación como de desarrollo personal, pero… ¿qué más cosas pueden traer este año los Reyes? Elaboramos una lista con alternativas a los juguetes de siempre para meterse a los ‘peques’ en el bolsillo esta Navidad.
1. Entradas. Sobre todo para cosas que podamos ver y experimentar en familia, como una obra de teatro interactiva, un musical, un concierto o incluso varias sesiones de cine a las que podemos ir todos juntos durante las vacaciones de Navidad.
2. Libros. Un clásico que nunca falla, especialmente entre los lectores ávidos, y que es bueno a todos los niveles: fomenta su imaginación, enriquece el vocabulario y amplía la capacidad de concentración, al mismo tiempo que sumerge a los niños en viajes y aventuras increíbles sin salir de casa. Una buena idea es comenzar con una colección de lecturas infantiles clásicas que han conseguido encandilar a niños de todas las épocas, y a partir de ahí construir una pequeña biblioteca personal con sus preferidos.
3. Suscripciones a revistas o libros. Este regalo tiene dos ventajas: la primera, que nos llegan nuevas lecturas a casa todos los meses, sin tener que salir a comprarlas. Es un regalo que se prolonga en el tiempo. La segunda, la emoción de recibir por correo algo especial, sobre todo si son historias secuenciales que van tomando forma número a número. La sección de revistas de Disney dispone de distintas suscripciones de este tipo, adaptadas a todas las edades, y lo mismo las suscripciones de Leoleo que disfrutan los niños españoles desde hace varias generaciones.
4. Actividades para después del ‘cole’. Las actividades extraescolares son un componente esencial del desarrollo de los niños al margen de lo que aprenden en el colegio. ¿Qué tal una membresía a su deporte favorito o una clase de robótica?
5. Música. Hoy en día casi toda la música se consume en streaming y archivos digitales, aunque siempre podemos revertir a los clásicos que nos hacían felices a nosotros de pequeños. Un buen regalo musical puede ser desde un reproductor de mp3 cargado hasta los topes de canciones, hasta una suscripción a Spotify, un instrumento musical nuevo o un tocadiscos portátil.
6. Utensilios de cocina. Los ‘peques’ de hoy son auténticos foodies y muchos quieren ayudar en la cocina desd bien pequeñitos. La mejor manera de hacerles partícipes: pidiendo a los Reyes Magos utensilios adecuados a su edad, tamaño y capacidades. Desde recipientes de silicona que no se caen hasta cuchillos de nylon, minilibros de recetas o mesas auxiliares bajitas, adaptadas a su estatura.
7. Un regalo solidario. La Navidad es un momento excelente para enseñar a los más pequeños a compartir con los que tienen menos, por ejemplo, añadiendo en la carta a los Reyes un regalo para otros niños con menos suerte o contribuir con una causa solidaria que sea importante para ellos.
8. Manualidades. Tijeras con formas, papeles de colores, papel especial, pintura de dedos, ceras y tizas, pegatinas… No hay nada que fomente la creatividad de los niños como la expresión artística, y si tienen su propio arsenal de materiales en casa, mucho mejor.
9. Una cámara de fotos. Adaptada a las manitas y tamaño de los niños, para que empiecen a capturar momentos desde pequeñitos. Los niños tienen una forma de ver el mundo muy distinta de los mayores (empezando porque se ángulo de visión es completamente distinto) y compartiendo el amor por la fotografía con ellos aprenderemos a valorar mejor qué es lo que consideran importante o cómo se expresan visualmente.
10. Patines o bici. Que no sólo son una de las opciones de ocio en familia más divertidas: también incitan a los niños a llevar una vida más activa y ayudan a combatir el impacto medioambiental que tienen otros medios de transporte.
11. Disfraces. Siempre hacen ilusión y despiertan la imaginación de manera inmediata, además de ser un regalo con vistas a los carnavales, las fiestas de cumpleaños de disfraces o Halloween.
12. Un telescopio, un microscopio o unos prismáticos. Tanto para los ‘peques’ que tengan un interés innato por la ciencia como para quienes aún no la han descubierto pero podrían llevar a un pequeño Albert Einstein dentro. Este tipo de regalos, así como los juegos de ciencia y de construcción, ayudan a muchos niños a descubrir si sienten pasión por determinadas disciplinas científicas, y pueden ser el primer paso hacia una carrera orientada a la medicina o la ingeniería (y de ahí que sea importante regalarlos a niños y niñas por igual).
FUENTE: REVISTA HOLA