Este miércoles 17 de enero, el Bitcoin registró una caída estrepitosa, y bajó su precio hasta los 9 mil 250 dólares, tras rozar los 20 mil dólares en diciembre pasado, de acuerdo con información publicada por Reuters.
Otras criptomonedas como el Ethereum también reportaron considerables bajas, el martes 16 de enero, que registró una caída de 31% para quedar en 187 dólares por unidad; de acuerdo con cifras de Markets Insider.
Lo hemos comentado, no hay inversión segura, y el mercado de las criptomonedas se encuentra en el territorio de lo arriesgado. A partir de ese principio, la volatilidad de las criptomonedas puede generar que en poco tiempo se generen ganancias sustanciosas, pero también que caigan de forma estrepitosa como lo que hemos observado en el último trimestre.
¿Cuál es el motivo de su volatilidad?
El precio de las criptomonedas registra cambios drásticos por diversos factores.
Para comenzar, su valor se determina por la ley de oferta y la demanda. Al no estar regulada por ninguna institución de forma legal (ni avalada), depende completamente de sus usuarios; a este factor se le suma otra problemática: son relativamente nuevas, y por la tanto, pocas personas las entienden.
Bitcoin salió al mercado en 2009, y la tecnología Blockchain, y su aceptación están lejos de ser completamente entendidas incluso por algunos que invierten en ellas.
En esta tónica, su legalización como moneda de pago en algunos países no está validada aún. Mientras Japón la aceptó, en Corea del Sur avisaron sobre la posibilidad de prohibirlas, lo que provocó que su valor cayera en picada en aquel país.
Por lo tanto, mientras sea complicado gastar tus Bitcoins, hablar de algo como una estabilidad en la moneda, también será algo lejano.
Si llegaran a regularse y estabilizarse algún día, aún es una incógnita, pero estamos en los albores de una apuesta arriesgada que -por lo tanto-, no está formalizada (quizá ni lo necesite del todo en el futuro), y como se les ha ligado a transacciones en el marco de lo informal, por su naturaleza de poder realizar transacciones completamente anónimas, es difícil que hasta ahora, se le aprecie como algo “seguro”.
Otro aspecto, es que de acuerdo con un reporte de HowMuch.net; en 2017 el 95% del Bitcoin era poseído por solo el 4% de personas con este tipo de divisas en el mundo. Dado a su naturaleza de oferta y demanda, la situación de la volatilidad de complica a partir de esa situación.
Por lo tanto, mientras la moneda se concentre en cada vez menos gente, será más complicado que las instituciones y los gobiernos de los países, decidan convertirlo en una forma de pago legal, pues francamente no tendría mucho sentido.
Pero las criptomonedas se están popularizando y el acercamiento de algunos países hacia su legalización podrían ayudar a que en un futuro se estabilice.
Esto traerá el riesgo de que su precio baje aún más. Pero como todo, será el tiempo el que diga.
Fuente: Dinero en Imagen