Un nuevo estudio nos advierte que el cambio climático está incrementando la cantidad de lluvia que los huracanes producen, y a medida que el calentamiento aumenta, las tormentas serán cada vez más húmedas y ventosas, según un nuevo estudio.
Las investigaciones se basan en modelos matemáticos que incluyen millones de horas de un superordenador y muestran que el cambio climático está ya afectando a la intensidad de las tormentas.
«El cambio climático hasta ahora –desde el periodo preindustrial hasta la actualidad– ha contribuido al aumento de las tormentas de los huracanes Katrina, Irma y María en un cinco-diez por ciento», afirmó la autora principal del estudio, Christina Patricola.
Nuestras simulaciones indicaron también que podemos esperar incluso mayores aumentos en las precipitaciones y vientos más fuertes al final del siglo.
La observación
Patricola y el coautor del estudio, Michael Wehner, ambos investigadores del departamento norteamericano de Energía del laboratorio Lawrence Berkeley National, comenzaron el estudio por el análisis de tres huracanes: Katrina, Irma y María.
Para ello, usaron lo que Wehner llama «método de atribución de retransmisión» simulando primero el escenario real en el que se produjo la tormenta, y después una tormenta «hipotética» en un mundo sin cambio climático.
Comparando las diferencias entre los dos modelos, los investigadores fueron capaces de determinar qué elementos son consecuencia del cambio climático.
Encontraron que, en las fechas del Katrina, que devastó varias zonas de Estados Unidos en 2005, el cambio climático provocó un aumento de la tormenta de entre un cuatro y un nueve por ciento.
En el caso de Irma –una tormenta inmensamente costosa que llegó en 2017–, el incremento de la lluvia fue del seis por ciento, y en el de María –que devastó Puerto Rico ese mismo año–, el aumento fue del nueve por ciento.
Estos modelos sugieren que el cambio climático aún no había afectado a la velocidad del viento, pero la lluvia puede ser incluso más devastadora, causando inundaciones mortales y enormes daños.
«Creemos que el cambio climático ha aumentado las precipitaciones porque el océano y la atmósfera han comenzado ya a calentarse, lo que supone que puede contener más humedad», afirmó Patricola.
La diferencia entre las tormentas preindustriales y las actuales es grande. (Foto: La Opinión)
Los investigadores ampliaron posteriormente su estudio y analizaron un total de 15 ciclones tropicales.
Además de comparar las tormentas actuales con la situación preindustrial, han investigado cómo se desarrollarían bajo diferentes escenarios teóricos de cambio climático, incluyendo diversas subidas de temperatura.
La conclusión fue que la lluvia podría incrementarse entre un 15 y un 35 por ciento en el futuro, con velocidades de viento que aumentarían hasta los 25 nudos (unos 45 kilómetros horarios).
FUENTE: CULTURA COLECTIVA