Una revista académica británica traza un perfil psicológico de las personas que más creen en las versiones alternativas de la pandemia y las vacunas. Y el resultado no es nada bueno
En esta época en la que abundan tantas conspiraciones desde que el coronavirus irrumpió en nuestras vidas, cabe preguntarse si hay algún rasgo psicológico distintivo en las personas que haga mucho más propenso al individuo a creer con un mayor nivel de crédito a las teorías más disparatadas.
Ante una circunstancia tan inédita como es una pandemia y lo que le ha seguido después (como el tema de las vacunas), esta serie de hechos producen que aumente el nivel de desconfianza de la población hacia las autoridades y la versión oficial.
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¿Hay algún tipo de perfil psicológico que tiende a caer más en estas redes de la conspiración?
Evidentemente, no se podría generalizar, pues cualquiera puede llegar a defender teorías como la de los ‘microchís‘ o que todo es un invento de las élites globalistas para salirse con la suya en no sé qué oscuros propósitos. Sin embargo, una importante revista académica que trata temas de psicología, ha realizado un estudio en el que engloba a las personas propensas a caer en las redes de la conspiración en tres rasgos psicológicos o de personalidad: el maquiavelismo, la psicopatía primaria y el narcisismo.
Así lo afirman sus autoras, Sara Hughes y Laura Machan en su estudio publicado en ‘Personality and Individual Differences’, el cual tomó una muestra de 406 habitantes de Reino Unido en la que se hizo un test de personalidad para medir «la susceptibilidad que tienen las personas a creer en teorías de la conspiración y el papel que juegan las teorías relacionadas con el coronavirus en su personalidad y la voluntad de aceptar ser vacunados».
Tres rasgos muy peligrosos
Esta tríada oscura de la personalidad (llamada así en psicología para definir a las personas con rasgos maquiavélicos, psicopáticos o narcisistas) acaba produciendo que el individuo sienta cierta hostilidad hacia su entorno, como es evidente.
En la encuesta, los investigadores pidieron que establecieran su nivel de acuerdo en afirmaciones como «no hay evidencia contundente de que el covid realmente exista«, lo cual, después de más de año y medio de pandemia, resulta más que evidente. En el caso de la vacuna, «se preguntó a los participantes qué harían si tuvieran la oportunidad de vacunarse mismamente la próxima semana».
«Los rasgos maquiavélicos, psicopáticos y narcisistas se han relacionado ya con anterioridad en mentalidades que tienden a creer en la conspiración», aseguraron los autores en el estudio.
«El maquiavelismo consiste en la manipulación emocional estratégica de los demás, la psicopatía primaria por una insensibilidad y falta de empatía con el dolor ajeno, y la secundaria por un cierto comportamiento impulsivo y antisocial, mientras que el narcisismo colectivo se refiere a un inflado sentimiento de superioridad que se extiende al propio grupo».
En otras palabras, las personas más propensas a caer en la conspiranoia son aquellas que se sienten un poco superiores al resto, carecen de cierta empatía emocional y buscan convencer a los demás de que tienen razón.
Un tipo de perfil psicológico que abunda mucho más de lo que parece en nuestra época y que se puede trasladar a otros colectivos sociales. Donde puede ser más acuciante esta tríada oscura de la psicología humana es en los maltratadores (físicos o psicológicos) o en todos aquellos que recurren al chantaje emocional para cumplir con sus propósitos.
Pero también la propia revista ‘Business Review’ admite que en las altas esferas de las grandes empresas es muy posible que se encuentren perfiles de personas narcisistas, maquiavélicas o con un algún atisbo de psicopatía.
¿Cómo se realizó el estudio?
«En lugar de obtener medidas claras sobre su comportamiento, se pidió a los participantes que completaran una encuesta con calificaciones sobre sus intenciones de querer difundir teorías alternativas sobre la pandemia», explicaron los autores en declaraciones recogidas por ‘Alternet‘.
«En segundo lugar, dado que no se evaluó previamente el conocimiento que poseían los participantes sobre el coronavirus, si podría darse el caso de que a mayor desconocimiento, más tendencia a creer teorías conspiranoicas. Y por último, dada la naturaleza transversal de este trabajo, los investigadores no hacen inferencias causales sobre sus hallazgos».
En definitiva, es fácil encontrarnos con personas que puedan cumplir con este perfil de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía primaria, y no hace falta que crean en los ‘microchís’ o en que la pandemia ha sido orquestada.
Lo importante es saber detectarlas para mantenernos lo más alejado posibles de ellas, ya que en vez de falicitarnos la vida o reportarnos bienestar, su único objetivo consistirá en quedar siempre por encima, hacer uso de la manipulación emocional para conseguir sus fines o mostrar cero atisbo de empatía hacia el dolor ajeno, y eso no es nada positivo en el complejo mundo de las relaciones humanas.
Fuente: El Confidencial
