- La falta de condiciones laborales dignas está cobrando una alta factura en el bienestar psicológico de los trabajadores.
Redacción Macronews.—Expertos y organizaciones internacionales han puesto el foco en una problemática que afecta silenciosamente a millones de trabajadores: las malas condiciones laborales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los empleos mal pagados o inseguros, carentes de protecciones adecuadas, exponen a los empleados a riesgos psicosociales que impactan severamente en su salud mental y bienestar.
Los factores como salarios bajos, la ausencia de seguridad social, jornadas laborales extensas y cargas excesivas se han convertido en detonantes de estrés, ansiedad y depresión, condiciones que, de acuerdo con la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), representan una pérdida anual de 12,000 millones de días laborales, traducidos en un billón de dólares menos para la economía global.
Entre incertidumbre y agotamiento
La precariedad laboral genera un entorno de incertidumbre constante, asegura Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de Kaysa Salud y Bienestar. «De nada sirven los programas de bienestar, o incluso tener un psicólogo en la empresa, si no se respetan las jornadas de trabajo, no se paga de manera justa, ni se reconocen los derechos laborales básicos», explica.
El especialista enfatiza que la prevención de problemas de salud mental comienza en lo estructural: un diseño adecuado de las tareas, relaciones laborales sanas y seguridad en el empleo. Sin embargo, muchas empresas se limitan a implementar actividades de bienestar que, en palabras de Ivonne Borden, fundadora de la firma Agregando Valor, «son solo maquillaje si persisten condiciones de explotación, acoso laboral o falta de herramientas adecuadas».
El impacto del estrés financiero y las jornadas interminables
El estrés financiero, que afecta a 5 de cada 10 personas, según Mercer, es otro de los grandes enemigos de la salud mental en el trabajo. De este grupo, el 20% admite pasar hasta cuatro días laborales buscando soluciones para sus problemas económicos, lo que no solo afecta su desempeño, sino también su salud física y mental.
Por otro lado, las largas jornadas laborales y las cargas excesivas agravan esta crisis. Según el último Reporte de Riesgo Psicosocial de Mercer Marsh Beneficios, el 43% de los trabajadores mexicanos enfrenta estas condiciones, una cifra que ha ido en aumento desde la pandemia de COVID-19. La NOM-035, normativa vigente en México, ya reconoce estos factores como riesgos psicosociales, pero su implementación efectiva sigue siendo un desafío.
Un liderazgo consciente: la clave para el cambio
Para los especialistas, garantizar entornos laborales saludables no se limita a cumplir con lo básico de la Ley. Es necesario un liderazgo consciente que priorice la salud física y mental de los empleados, independientemente de si son eventuales o de planta.
«Si se establece una estrategia que contemple salarios justos y periodos de mayor demanda laboral, se pueden evitar muchos riesgos psicosociales», señala Borden. Pero esto implica, agrega, un cambio de mentalidad en las empresas, donde se reconozca que los trabajadores son más que un recurso: son personas que necesitan condiciones dignas para prosperar.
La salud mental en el trabajo no debe ser vista como un lujo, sino como un pilar fundamental para el bienestar de las personas y el desarrollo económico. En este sentido, las malas condiciones laborales no solo representan un costo para los individuos, sino para toda la sociedad.
CON INFORMACIÓN DE EL ECONOMISTA