Redacción Macronews.- A 25 años del estreno de El Grinch (How the Grinch Stole Christmas, 2000), la exitosa adaptación del cuento de Dr. Seuss dirigida por Ron Howard, Jim Carrey reveló que el rodaje fue una de las experiencias más duras de su carrera, pese a que la película recaudó 346 millones de dólares a nivel mundial y fue la más taquillera en Estados Unidos ese año.
En una historia oral publicada por Vulture, el actor y miembros del equipo detallaron el extremo proceso de transformación al que Carrey se sometió para dar vida al icónico personaje verde. Rick Baker, legendario maquillista ganador del Óscar, recordó que el estudio inicialmente propuso solo pintar de verde al actor, pese a que Carrey había recibido 20 millones de dólares por el papel. Sin embargo, se optó por una caracterización completa para mantener la esencia fantástica del Grinch.

El maquillaje incluía prótesis que le impedían respirar por la nariz, lentes de contacto que cubrían todo el ojo, dientes artificiales, dedos postizos de hasta 25 centímetros y un traje de pelo de yak extremadamente áspero. La combinación provocó crisis de ansiedad y ataques de pánico durante los primeros días de rodaje, al punto de que Carrey consideró abandonar la película y devolver su salario.
El productor Brian Grazer confirmó que incluso se ofreció usar efectos digitales para los ojos, opción que Carrey rechazó por completo para mantener la actuación lo más real posible. Ante la gravedad de la situación, la producción recurrió a un exentrenador militar, Richard Marcinko, fundador del SEAL Team Six, quien le enseñó técnicas de resistencia física y mental para soportar el estrés y la incomodidad extrema.
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Con el paso del tiempo, el proceso de maquillaje se redujo de ocho a tres horas, y el actor encontró alivio emocional escuchando música de los Bee Gees durante la preparación diaria. Actualmente, Jim Carrey no descarta volver a interpretar al Grinch, pero solo bajo la condición de hacerlo mediante captura de movimiento y sin maquillaje, aprovechando los avances tecnológicos.
Detrás del clásico navideño que cada año regresa a la pantalla, se esconde así una historia de sacrificio extremo que revela el alto precio que Jim Carrey pagó para convertirse en uno de los personajes más recordados del cine navideño.



















