Además de su vida de extravagancias, el reconocido cantante Michael Jackson tenía un gusto particular por los carros lujosos.
‘El rey del pop’ murió el 25 de junio de 2009 tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en su mansión en Homby Hills, Estados Unidos. 11 años después de su fallecimiento, su colección de lujosos carros sigue llamando la atención.
El diario ‘El Clarín’ hizo una búsqueda de los modelos más llamativos que pertenecieron al cantante e informó que en un momento de su vida llegó a ser propietario de cerca de 70 vehículos.
Entre los gustos particulares de Jackson, se destacaba su interés por las limusinas. Durante la década de los 80 y hasta los inicios de los 90, este tipo de vehículos era un lujo habitual que ostentaban los famosos de su talante.
Su primera adquisición fue una limusina Lincoln Town de 1988 de color blanco. Este modelo tenía en su interior asientos de cuero, un televisor, un teléfono y un mini bar. También contaba con un motor V8, que era uno de los más potentes en aquella época.
Después, Jackson adquirió un Rolls Royce Silver Spur II Touring Limousine de 1990. Ese automóvil de alta exclusividad también tenía un motor V8 de 6,7 litros e inyección electrónica, lo que representaba una novedad en ese momento. Los asientos eran de cuero gris y llevaban estampadas las iniciales de Michael Jackson.
De este tipo de modelos solo se llegaron a vender 25 por año, de acuerdo con sus fabricantes. El auto también tenía en su interior una persiana eléctrica, cortinas de seda, televisor de 10 pulgadas, dos mesas de picnic plegables, un mini bar, aire acondicionado y calefacción.
En 1999 el cantante adquirió una limusina de la misma marca pero una versión más lujosa: la Rolls Silver Seraph Limousine, que es uno de los carros más excéntricos de su colección. De acuerdo con ‘Motor Trend’, esta limusina fue diseñada por el propio Michael Jackson, quien la decoró inspirado en el Palacio de Versalles en Francia. El Rolls contaba con un motor V12 de 5,4 litros fabricado por la compañía BMW.
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Los autos también le fascinaban. Adquirió un Mercedes Benz 500 SEL de 1985. Era uno de sus carros favoritos y en el que se transportaba para ir desde su mansión en Los Ángeles hasta el estudio de grabación. Era un carro importado de Suiza y tenía un lujoso radio y un teléfono.
El cantante también sumó a su colección el Cadillac Fleetwood Series 60 que se empezó a producir en 1985. Su versión limitada contaba con adornos en dorado, techo corredizo, mesa de escritura y televisión con DVD.
Jackson fue propietario de un Rolls Royce Corniche Coupé de 1975. Este auto inglés tenía un motor V8 y doble carburador. Más tarde, en 1993, el ‘rey del pop’ adquirió un Ford Econoline E-150. Este modelo fue uno de los más modestos de su colección.
Las camionetas también le generaban un gusto especial y entre las que adquirió se encontraba la Cadillac Escalade. La utilizó en sus últimos años. De color negro y con vidrios polarizados, este carro es uno de los vehículos más imponentes de la marca estadounidense.
A 3 años del fallecimiento del Rey del Pop Michael Jackson, así era el Rolls Royce que lo trasladaba a sus conciertos pic.twitter.com/WGn7vlPx
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En medio de sus excentricidades, Jackson también decidió comprar un camión de bomberos GMC High Sierra 3500 de 1986. Este auto permanecía en su mansión en Los Ángeles y se desconoce si alguna vez lo usó en las calles de Estados Unidos.
Para sus giras por el país, el interprete de ‘Billie Jean’, adquirió un autobús Neoplan Touring en 1997. Tenía en su interior sofás de cuero, dormitorios con camas lujosas, baños de porcelana y oro.
Al fallecer, el artista dejó una fortuna enorme en la que se incluyeron sus bienes y, por su puesto, todos sus vehículos. Según la revista ‘Forbes‘, Jackson es la celebridad muerta que más dinero produjo en 2019, aun después de su fallecimiento.
FUENTE: el tiempo
