Desde las altas montañas de India hasta las ceremonias tradicionales de Corea, el té negro ha acompañado a generaciones como una de las bebidas más consumidas del planeta.
Esta infusión, que comparte su origen botánico con el té verde a través de la planta Camellia sinensis, adquiere sus características distintivas gracias a un proceso de oxidación más prolongado que le otorga su color oscuro, su sabor fuerte y su perfil aromático.
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¿Cuáles son los beneficios del té negro para la salud?
Según el portal especializado Eating Well, esta bebida contiene una combinación notable de cafeína, antioxidantes y aminoácidos que actúan en diferentes sistemas del organismo.
Uno de los aportes más destacados del té negro está en su capacidad antioxidante. La Fundación Española de la Nutrición (FEN) señala que esta infusión contiene flavonoides, polifenoles, taninos, vitaminas del grupo B, vitamina K y minerales como magnesio, calcio, fósforo y zinc.

Estos compuestos “ayudan a la cicatrización”, fortalecen los huesos y colaboran con la salud celular. Los antioxidantes, además, “actúan contra los radicales libres presentes en el organismo”, lo que reduce el estrés oxidativo y el riesgo de enfermedades crónicas, según el Instituto Nacional de Cáncer.
En el plano digestivo, el té negro también ofrece propiedades importantes. La fundadora de la casa de té coreano Be-oom, Sooji Im, explicó en un workshop citado por Elle que el “Hadong black tea” es especialmente recomendado como digestivo postprandial, gracias a su fermentación controlada y a su sabor “ahumado, refinado, que recuerda al chocolate negro con un toque dulce final”.
Según esta misma fuente, los polifenoles presentes en el té negro “ayudan a reducir la inflamación en el tracto digestivo”, y sus compuestos prebióticos estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, mejorando la absorción de nutrientes.

El sistema cardiovascular también se ve beneficiado por el consumo habitual de esta infusión. Estudios citados por Eating Well indican que el té negro mejora la función de los vasos sanguíneos, reduce los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”) y ayuda a mantener estable la presión arterial.
Según la misma fuente, estos efectos podrían prevenir enfermedades cardíacas, una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
Además, el té negro contiene teofilina, un compuesto que contribuye a la expansión de las vías respiratorias, lo que “hace más fácil la respiración a quienes padecen asma”, y aporta beneficios adicionales a la circulación sanguínea.

¿Por qué recomiendan tomar té negro en ayunas?
Según el sitio Tea Shop, esta infusión es “ideal para comenzar las mañanas”, ya que su contenido de teína estimula el sistema nervioso de forma suave y sostenida, favoreciendo la activación mental sin provocar el pico abrupto de energía que suele generar el café.
En cuanto a la cantidad de cafeína, Tea Shop detalla que una taza de té contiene aproximadamente 50 mg, mientras que una de café puede alcanzar entre 65 y 175 mg.

Esta diferencia permite que el té negro ofrezca “un efecto estimulante más gradual y duradero, de cuatro a seis horas”, ideal para sostener la atención durante la jornada sin sobrecargar el organismo.
Además de su acción sobre el sistema nervioso, el té negro en ayunas tiene implicancias metabólicas. Tal como señala Tea Shop, su capacidad de generar saciedad contribuye a reducir la necesidad de ingerir alimentos entre comidas, lo cual puede ser útil para quienes buscan regular su ingesta calórica o perder peso.
Esta sensación de plenitud es potenciada por el consumo de té sin azúcar, ya que los edulcorantes artificiales o naturales pueden alterar este efecto.
El consumo matutino de té negro también permite aprovechar mejor sus propiedades antioxidantes, ya que el estómago vacío facilita una absorción más eficiente de los flavonoides y polifenoles presentes en la infusión.
No obstante, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de adoptar este hábito, dado que algunas personas pueden experimentar sensibilidad o reacciones adversas, especialmente si tienen condiciones gastrointestinales o intolerancias específicas.

Por otra parte, el portal CuídatePlus advierte que, a diferencia del café, el té negro no genera una falsa sensación de saciedad extrema que luego puede llevar a una caída abrupta de energía.
¿Cómo ayuda el té negro a tener más energía?
El té negro se posiciona como una de las bebidas más efectivas para quienes buscan un impulso energético sostenido y sin los efectos secundarios que puede generar el consumo de café u otras bebidas estimulantes.
Según el medio especializado Eating Well, esta infusión contiene entre 26 y 100 miligramos de cafeína por taza, dependiendo del tipo de hoja y del tiempo de infusión.

Aunque estos valores son inferiores a los del café (90-120 mg por taza), resultan suficientes para mejorar notablemente la alerta mental y los niveles generales de energía.
Lo que distingue al té negro no es solo su contenido de cafeína, sino la manera en que esta actúa en conjunto con otro componente presente en la bebida: la L-teanina. La dietista registrada Kristin Draayer explicó a Eating Well que esta sustancia “actúa en sinergia con la cafeína para promover un estado de alerta tranquilo”.
Estudios citados por Eating Well refuerzan esta perspectiva. La mezcla de cafeína y L-teanina contribuye a mejorar la memoria, la capacidad de atención y la claridad mental.

Estos beneficios se ven incrementados en personas que acompañan el consumo de té negro con un estilo de vida saludable, es decir, una alimentación balanceada, hidratación suficiente y actividad física regular.
Además del estímulo cognitivo, el té negro actúa sobre la energía corporal mediante otros mecanismos. La teofilina, presente en sus hojas, tiene un efecto vasodilatador leve que mejora la circulación sanguínea, contribuyendo a una mayor oxigenación del cerebro y de los músculos.
Esta acción favorece tanto la actividad mental como el rendimiento físico.
Por otra parte, su perfil antioxidante, compuesto por flavonoides y polifenoles, combate el estrés oxidativo que genera fatiga celular.

Esto lo convierte en una opción adecuada para quienes buscan mantenerse activos durante el día sin experimentar los bajones energéticos posteriores al consumo de bebidas con alto contenido glucémico.
La recomendación general de Eating Well y otros portales especializados es no superar las 3 o 4 tazas diarias, para evitar efectos adversos relacionados con la cafeína como insomnio, palpitaciones o trastornos digestivos.
La moderación permite aprovechar sus propiedades energizantes sin comprometer el bienestar.
FUENTE: INFOBAE