La duración del día se está prolongando gradualmente con el tiempo; se estima que, dentro de aproximadamente 200 millones de años, los días podrían alcanzar las 25 horas, de acuerdo con diversos reportes científicos.
Según diferentes investigaciones, científicos han confirmado que hace millones de años los días duraban menos y ahora creen que los días se extenderán en el futuro. Aunque es importante considerar que nuestros días tampoco duran –exactamente– 24 horas.
El eje alrededor del cual gira el planeta –y que determina la duración del día– no es completamente estático y se desequilibra un poco, esto es debido a que el interior de la Tierra está en constante movimiento, ya que tiene componentes sólidos y líquidos, lo que acelera o frena la rotación del planeta.
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Además, la Luna –que causa las mareas oceánicas–, la atmósfera, así como algunos terremotos muy fuertes, contribuyen a la desaceleración de la rotación de la Tierra, la cual se ha producido a largo de la historia. Estos cambios son imperceptibles para nosotros, pero han dejado evidencia geológica.
Las alteraciones en la rotación del planeta ya pueden ser detectadas, utilizando sistemas de medición como el láser anular de la Universidad Técnica de Múnich (TUM, por sus siglas en alemán).
Científicos que han trabajado en el Observatorio Geodésico Wettzel, en Alemania, han logrado medir las revoluciones de nuestro planeta con más precisión que nunca.
Conocer la exactitud en la velocidad de rotación de la Tierra es indispensable para una navegación y geolocalización precisas. Además, de acuerdo con los investigadores, las nuevas mediciones ayudarán a determinar, de mejor manera, la posición de la Tierra en el espacio, lo que beneficiará a la investigación climática y los modelos serán más confiables.