Una preocupación mundial se cierne sobre un grupo de aves que ha comenzado a comportarse de manera extraña. La razón detrás de su actitud radicaría en una tecnología que conocemos muy bien. Las aves son seres fascinantes que han captado la atención de expertos y aficionados desde tiempos inmemoriales.
Su belleza, capacidad de vuelo y diversidad han suscitado la curiosidad de científicos, observadores de aves y eternos enamorados de la belleza natural.
Sin embargo, más allá de su apariencia llamativa en algunos acasos, las aves también transitan una rica vida interior que se pone en valor mediante su comportamiento, con hábitos y costumbres variadas.
Al igual que sucede con otros animales, las aves necesitan ejecutar varias funciones vitales para sobrevivir, como la reproducción, defensa frente a sus depredadores, competitividad y un largo etcétera.
Generalmente, el comportamiento de las aves suele estar sujeto a las funciones vitales y los sentidos. Ahora, se ha descubierto que una tecnología energética que llevamos años utilizando altera la conducta natural de las aves.
Las aves se comportan de una manera diferente ahora: los paneles solares tienen la culpa
Bajo este marco, un nuevo estudio saca a la luz que las granjas solares con hábitats diversos pueden atesorar hasta tres veces más aves y 2,5 veces más especies de aves que los campos de cultivo intensivo. Las granjas solares que consienten el crecimiento de plantas cerca de los paneles solares y disponen de setos o árboles en sus alrededores recrean hábitats prósperos para la presencia de aves.
Esta perspectiva puede compaginar la producción de energía limpia con la restitución de la biodiversidad, sin perjudicar la generación de alimentos. Reino Unido es uno de los territorios que más ha crecido en el último tiempo en capacidad solar, registrando 17,2 GW en 2024.
El Gobierno tiene sus propios planes para alcanzar la neutralidad de carbono: incrementar esta capacidad a 70 GW par 2035 y llegar a 90 GW para 2050. No obstante, la expansión de la energía fotovoltaica trae consigo diversos retos ecológicos, como el mantenimiento de la biodiversidad.
Pese a la falta de análisis previos, una nueva investigación ha evidenciado que las granjas solares pueden traer grandes ventajas a la avifauna, si estas se disponen cimentadas sobre principios ecológicos.
Los últimos estudios sobre granjas solares revelan algo impensado sobre las aves
Durante la primavera de 2023, se llevaron adelante estudios en granjas solares de East Anglia con diversos tipos de manejo. Algunos llevan el sello de científicos de la RSPB y la Universidad de Cambridge y fueron publicados en la revista Bird Study.
Por un lado, se analizaron granjas solares de gestión intensiva (con hierba corta y sin setos) y, por otro, granjas con hábitats mixtos (hierba alta, flores silvestres y setos) y tierras de cultivo intensivo adyacentes, comparándolas entre sí.
Los resultados derivados del informe sorprendieron. Las granjas solares con hábitats mixtos registraron hasta el triple de aves que las tierras de cultivo y el doble que las granjas solares intensivas. Sumado a esto, la cifra de especies era 2,5 veces mayor que estas granjas.
Las granjas solares con vegetación diversa también expusieron haberse convertido en un refugio para las especies en peligro, como el escribano cerillo (Emberiza citrinella), el pardillo común (Linaria cannabina), el verderón común (Chloris chloris) y el triguero (Emberiza calandra).

El éxito ecológico detrás de estas granjas solares ecológicas tiene que ver con sus setos y árboles situados en los límites (aportan alimento y protección), vegetación alta y variada entre los paneles solares (que otorga hábitats y presas para las aves) y ausencia de pesticidas y menos perturbaciones humanas.
En contraposición, las tierras de cultivo intensivo y las granjas solares sin gestión ecológica no cuentan con estos elementos, limitando así su atractivo para la fauna. Un escenario energético impactante que convive actualmente con el boom de la agrovoltaica en España.
Las aves revelan ante el mundo una nueva oportunidad para aprovechar la energía
El análisis mencionado muestra que la expansión de la energía solar no debe ser vista como una forma de perjudicar la biodiversidad. Si esto se diseña de forma óptima, las granjas solares pueden contribuir a la descarbonización y la restauración ecológica.
Reino Unido ha demostrado que las aves pueden modificar su comportamiento debido a la disposición de las granjas solares. Así, da un paso más allá que la agrovoltaica, el arte de complementar los cultivos con la producción de energía solar.
FUENTE: ARIS