Tener una mascota puede transformar la vida de cualquier persona, pero su impacto es especialmente positivo en la vejez. Ya sea un perro, un gato o incluso un ave, los animales pueden convertirse en compañeros fieles y en una fuente constante de bienestar.
Estos son cuatro beneficios comprobados de tener una mascota en la etapa adulta mayor, de acuerdo con distintas investigaciones.
Beneficios de tener una mascota en la vejez
Combaten la soledad
Uno de los desafíos más comunes en la vejez es el aislamiento social. De acuerdo con una encuesta del Human Animal Bond Research Institute (HABRI), 79 % de los adultos mayores dijeron que sus mascotas les ayudan a reducir el estrés, y un 73 % aseguró que les dan un nuevo sentido de vida, lo cual impacta directamente en la sensación de compañía y propósito.
Fomentan la actividad física
Tener un perro u otra mascota activa motiva a realizar ejercicio diario, lo que puede traducirse en una mejor salud cardiovascular y física.
De acuerdo con el Baltimore Longitudinal Study of Aging, las personas mayores con mascotas mostraron mejor velocidad al caminar, resistencia cardiorrespiratoria y funcionalidad general que quienes no las tenían.
Mejoran la salud cognitiva
Según un estudio publicado en Scientific Reports, los adultos mayores que conviven con perros o gatos experimentan una menor tasa de deterioro cognitivo, especialmente en áreas como la memoria inmediata y diferida.
Además, otro análisis de más de 11 mil personas de entre 65 y 84 años encontró que tener perro puede reducir hasta en un 40 % el riesgo de desarrollar demencia, gracias al ejercicio físico diario y la interacción social que implica.
Reducen el estrés y mejoran el ánimo
Interactuar con animales activa respuestas positivas en el cuerpo humano, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH), las mascotas ayudan a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y bajan la presión arterial, también mejoran el estado de ánimo y la percepción de apoyo emocional.
Por otro lado, la Universidad de California en Davis resalta que las mascotas pueden ser un factor clave para mejorar la calidad de vida en personas con enfermedades crónicas como alzheimer o demencia, ya que promueven la interacción y el bienestar emocional.
Antes de adoptar, es fundamental considerar el estilo de vida, la salud y las capacidades físicas de la persona mayor. Una buena elección puede traer compañía, vitalidad y una vida más plena en esta etapa.