REDACCION MACRONEWS.- A medida que las festividades decembrinas avanzan, también lo hace el desperdicio de alimentos. Durante esta temporada, México no solo eleva sus niveles de consumo, sino que registra uno de los puntos más altos de residuos en todo el año, impulsado por banquetes que superan la capacidad real de consumo y una planeación deficiente. De acuerdo con datos de la Encuesta Regional sobre Percepción de Desperdicio de Alimentos, casi una cuarta parte de los mexicanos admite tirar comida hasta dos veces por semana, un hábito que cobra fuerza entre posadas, Navidad y Año Nuevo. Según diagnósticos referidos por la SEMARNAT, el país genera más de 120,000 toneladas de basura al día, de las cuales el 46% son residuos orgánicos. La magnitud del problema se refleja en las estimaciones de la FAO y el Banco Mundial que indican que México desperdicia más de 20 millones de toneladas de comida al año.

Braulio Valenzuela, Country Manager de la plataforma de rescate de alimentos Cheaf, destaca que el problema no está solo en los ingredientes olvidados, sino en lo que ya se cocinó. El desperdicio de alimentos preparados representa más del 65% del total en los hogares; lo que termina en el contenedor no son sobras crudas, sino guarniciones, ensaladas y proteínas como pavo o pierna que nunca llegaron al plato. Para evitar que la celebración se convierta en una carga ambiental y económica, expertos sugieren adoptar medidas inmediatas. Para las familias, la clave reside en la planificación real: definir el número de asistentes antes de comprar por impulso. También se recomienda realizar una limpieza estratégica de la alacena para no duplicar productos, usar la creatividad en el recalentado transformando sobras en nuevos platillos, congelar excedentes como el lomo o el bacalao para extender su vida útil y fomentar la cultura de compartir porciones con los invitados.
Por otro lado, los negocios enfrentan el reto de la sobreproducción. Las recomendaciones para restaurantes incluyen ajustar la producción basándose en datos de años anteriores y aplicar la rotación PEPS (Primero en Entrar, Primero en Salir) para evitar mermas por caducidad. Asimismo, ofrecer porciones flexibles y establecer alianzas con plataformas de rescate o bancos de alimentos permite que la comida apta no termine en la basura. La FAO advierte que hasta un tercio de la comida se pierde en toda la cadena alimentaria, por lo que la capacitación y la conciencia del consumidor son vitales. Celebrar con conciencia no solo alivia el bolsillo en una época de gastos elevados, sino que reduce significativamente la presión ambiental en uno de los periodos más críticos para el planeta, transformando la abundancia en responsabilidad.
leer también: REGALOS QUE TRANSFORMAN: DESCUBRE LA TECNOLOGÍA MÁS AVANZADA PARA REGALAR EN ESTAS FIESTAS





















