Redacción Macronews.- Las inundaciones en México han provocado que múltiples vehículos queden completamente cubiertos por el agua en distintas entidades del país. En los últimos años, el número de automóviles afectados por fenómenos hidrometeorológicos ha aumentado significativamente. Tan solo en 2024, más de 29,000 vehículos asegurados sufrieron daños por lluvias e inundaciones en estados como Guerrero, Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México.
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Ante este escenario, es fundamental conocer las acciones recomendadas para salir con seguridad y minimizar los daños al vehículo. Tomar decisiones correctas puede marcar la diferencia entre un incidente controlado y una situación de alto riesgo.
Si te encuentras atrapado dentro de tu auto en medio de una inundación, lo primero que debes hacer es mantener la calma. El miedo y la confusión pueden llevarte a tomar decisiones apresuradas que pongan en peligro tu vida. En caso de estar rodeado de agua, apaga el motor de inmediato para evitar que el agua entre al sistema de combustión y provoque daños irreparables. Si el vehículo ya está apagado, no intentes encenderlo de nuevo, ya que esto podría agravar la situación.
Evalúa el nivel del agua. Si apenas alcanza los estribos, aplica el freno de mano para evitar que la corriente arrastre el auto. En niveles medios o altos, cuando el agua llega a la mitad de las ruedas, a los asientos o incluso al tablero, debes considerar evacuar cuanto antes.
Si el nivel del agua aún es bajo, abre la puerta del lado contrario a la corriente y sal del vehículo con precaución. Si ya no puedes abrir las puertas debido a la presión del agua, mantén puesto el cinturón de seguridad. Esto te protegerá en caso de que el vehículo sea golpeado por otro objeto o automóvil arrastrado por la corriente.
Prepárate para que las bolsas de aire se activen, especialmente si el impacto ocurre bajo el agua. Si las ventanas todavía no están cubiertas, intenta abrir una para escapar. Si no es posible y el auto ya está parcialmente sumergido, deberás esperar a que la presión del agua exterior se iguale con la del interior antes de intentar abrir una puerta. Este proceso toma solo algunos segundos después de que el vehículo toque fondo.
Si abrir la puerta sigue siendo imposible, rompe una ventana. El medallón trasero es una opción viable. Puedes utilizar objetos como las varillas de las cabeceras, un zapato o cualquier herramienta dura y puntiaguda que tengas a la mano.
Si el vehículo cae a un río o lago y no puedes salir de inmediato, sigue el mismo principio: espera a que la presión se iguale antes de intentar abrir una puerta. Una vez que el auto se haya hundido por completo, intenta salir por una ventana.
Si las ventanas no responden y no tienes forma de romperlas, algunos modelos de vehículos permiten acceder a la cajuela desde el interior retirando los asientos traseros. Busca una palanca de liberación de emergencia en la cajuela. Esta opción puede ser tu última oportunidad de escape si todas las demás fallan.
Una vez que hayas logrado salir y te encuentres en un lugar seguro, comunícate con tu aseguradora lo antes posible para reportar el incidente. La cobertura por daños por inundación suele estar incluida en pólizas amplias, pero es necesario iniciar el proceso de reclamación rápidamente.
Recuerda que las reparaciones por daños causados por agua pueden ser costosas, especialmente si el sistema eléctrico o el motor han sido afectados. No llames a los servicios de emergencia a menos que haya personas heridas o atrapadas, ya que podrías distraer recursos de situaciones de mayor urgencia.