Comprar una casa parece, hoy más que nunca, una tarea imposible de llevar a cabo, sobre todo si eres joven. Sin embargo, aunque pudiera no parecerlo, los veintitantos son una etapa ideal de la vida para hacerlo. Para muchos es una época en la que nadie depende económicamente de ellos, tienen ingresos fijos y una vida por delante para solventar los gastos.
Los mexicanos compran, en promedio, su primera casa entre los 31 y los 34 años por diversas razones: pocas ganancias, ahorros ínfimos y una perspectiva corta. No obstante, la edad ideal para hacerlo, según diversos economistas, es a los 27 ya que te encuentras en un buen momento de la vida tanto en lo personal como en lo laboral. Y, si piensas que invertir en un departamento o casa propia es algo sin sentido, te contamos las ventajas que representa esta inversión, de acuerdo con expertos de Propiedades.com
1. Dejas de pagar renta
¿Has calculado cuánto gastas en renta al año? Probablemente gastes más del 33% de tu salario en pagar un lugar temporal, aunque los expertos sugieren que la renta te restrinja sólo un tercio de tus ganancias mensuales. Piensa que si ese dinero lo usas para pagar un crédito hipotecario, en unos años tendrás patrimonio propio.
2. Inversión y no gasto
Contrario a lo que pasa con el pago de una renta, dedicarte a pagar un préstamo hipotecario es una inversión a largo plazo. Es probable que pienses que es una cantidad exorbitante y, quizás, los primeros meses sientas que te ahogas con esos descuentos en tu salario. No te preocupes, al principio será duro, pero en unos años verás que todo valió la pena.
3. Elige un lugar que ames
En este apartado hay que ir con cuidado. Antes de dar el paso de buscar tu próxima casa es necesario que sepas para qué te alcanza, cuánto te prestan las entidades a las que estás afiliado o préstamos bancarios y qué es lo que necesitas. Cuando tengas clara la cantidad de la que dispones busca lugares que se adapten a tus necesidades y a tu presupuesto, no te salgas de él ya que después se volverá una pesadilla por los intereses que se generan.
4. Cuidarás de ti mismo en la vejez
Además de que debes de ahorrar para tu retiro desde que tienes un trabajo formal, comprar una casa te dará otro tipo de seguridad. Cuando ya estés jubilado, la renta será una de esas cosas que ya no te preocuparán y el dinero que tengas estará destinado a cubrir tus necesidades o gastos corrientes.
5. Podrás comprar otra casa más fácilmente
Comprar la primera es duro, pero una vez que sabes cómo hacerlo, la segunda será más fácil de lograr. Asimismo, con una propiedad a tu nombre ya tienes un fondo de reserva para la segunda compra. Se estima que en un lapso de ocho años estarás listo para solventar una segunda si así lo deseas, esta será tu oportunidad para trasladarte a una mejor zona, cambiarte a una casa más grande o incluso, adquirir una propiedad en otra entidad para vacacionar o lo que quieras.
Fuente: Dinero En imagen