¿Te imaginas al Barcelona jugando de local en el estadio Santiago Bernabéu?, o tal vez ¿que el Atlético de Madrid pase a llamarse Atlético Sevilla?
Son ejemplos un poco extremos, pero algo parecido es lo que sienten miles de aficionados de la ciudad de San Luis (Misuri, EE.UU.) tras enterarse que el equipo de sus amores, los Rams, ya no jugará en su ciudad, sino que lo hará a casi 3.000 kilómetros de distancia en Los Ángeles, California.
La decisión se tomó este martes tras un proceso de selección en el que 30 de los 32 propietarios de las franquicias que forman la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (NFL, por sus siglas en inglés) votaron en favor del cambio de sede de los Rams en detrimento de los Chargers de San Diego y los Raiders de Oakland.

La última vez que Los Ángeles tuvo un equipo de la NFL fue hace 21 años, cuando los Raiders abandonaron la ciudad para mudarse un poco más al norte en el estado de California.
«Es una cachetada para la ciudad«, lamentó el aficionado de los Rams Jermain Chambers, quien acusó de ser el responsable de lo sucedido al dueño de la franquicia, Stan Kroenke.

«Más allá de que las cosas no hayan ido como él hubiera querido, él creó un vínculo con la ciudad… Igual ganó dinero. Pienso que dejar tirada a la ciudad, a su gente y a la comunidad fue algo sin clase».

Dennis Roberts cree no les preocupan nada los aficionados.
«La NFL se ha convertido un poco en un abusador», dijo.
Pero lo cierto es que lo que están sintiendo los aficionados en San Luis ya lo sintieron en Los Ángeles antes, ya que los Rams jugaron allí desde 1946, cuando llegaron de Cleveland, hasta 1980, cuando se fueron a Anaheim.
De hecho, a St. Louis recién llegaron en 1995.
La franquicia es la única en la NFL que ha ganado títulos en tres ciudades diferentes, al lograrlos en 1945, 1951 y 1999.

Este caso es algo común en el deporte profesional en EE.UU., pero en otras partes del mundo es algo un poco extraño.
En BBC mundo te recordamos cinco de los más sonados.
La dinastía de los Lakers
El equipo en el que brillaron algunos de los mejores jugadores de baloncesto de la historia y la franquicia más laureada de la NBA, con permiso de los Celtics de Boston, no nació en Los Ángeles.

De hecho, su gran palmarés lo comenzó a forjar lejos de la costa oeste de EE.UU., en Minneapolis.
Fue en el norte del país donde logró sus primeros cinco títulos entre 1949 y 1954.
En 1960 se mudó hasta California y tuvo que esperar hasta la llegada del gran Wilt Chamberlein al final de la década para recuperar la senda ganadora.
Después vinieron las épocas doradas de Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson, en los años 80, y de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant, justo después del cambio de siglo.
El supersónico enfado de Seattle
Si había una franquicia que marcaba el latido de una ciudad esa fue la de los Supersonics de Seattle, que debutó en la NBA en 1967.

Los Supersonics fue el primer equipo profesional de la ciudad en los cuatro principales deportes del país (hockey, béisbol, baloncesto y fútbol americano),ganó un título en 1979 y fue uno de los principales animadores durante la década de los años 90.
Pero tras ser adquirido por un grupo de inversiones de Oklahoma y debido a la falta de interés de las autoridades del estado de Washington para financiar la modernización del estadio Key Arena, los nuevos dueños decidieron buscar una nueva sede, que marcó el final de los Supersonics y el nacimiento de los Thunder de Oklahoma.
Esto causó la movilización de miles de aficionados que marcharon por la calles de la ciudad en protesta por la desaparición de su equipo.
El Arsenal no fue de Londres, ni el United de Manchester
Por lo menos así ocurrió en los orígenes de ambos equipos.

El conjunto cañonero nació en la localidad de Woolwich, al sur del río Támesis, que para la época no formaba parte de la capital británica.
Al poco tiempo Woolwich fue absorbido por el crecimiento de Londres y en 1913 Arsenal, que asumió su nombre al ser fundado en almacén de la artillería real, se mudó para el norte de la ciudad. Desde entonces comenzó la rivalidad con Tottenham, que fue el club de la zona desde su fundación en 1882.
El caso de los diablos rojos, por su parte, fue similar ya que fue fundado como Newton Heath debido al lugar donde nació.

Tras mudarse a Clayton en 1893 y adoptar el nombre de Manchester United en 1902 el club llegó al lugar que ocupa actualmente, en Trafford.
Pese a su presencia por diferentes localidades que con el paso del tiempo fueron absorbidas en el área metropolitana de Manchester, sus archirrivales, Manchester City, no los consideran parte de la ciudad.
Wimbledon es de Wimbledon
El caso más reciente del fútbol inglés ocurrió con el Wimbledon, un club que vivió su mejor época en los años 80 cuando lograron el título de la Copa de la Asociación Inglesa de fútbol frente al club del momento, el Liverpool.

Tras muchos años de problemas financieros y deportivos, tras perder su lugar en la Liga Premier en 2000, los dueños del club decidieron mudarse del sur de Londres a Milton Keynes, ciudad a casi 100 kilómetros al norte de la capital británica.
El nuevo club MK Dons fracasó en su intento por heredar la historia y la gloria de su antecesor, y fueron los aficionados del sur de Londres los que, con la creación de un nuevo equipo, el AFC Wimbledon, los que asumieron la tarea de transmitir las leyendas del equipo que una vez existió.
El «exilio» mexicano
Tres campeonatos de liga locales y dos continentales es lo que muestra orgulloso el Atlante en su vitrina, aunque lo curioso de esos títulos es que los consiguió representando a dos ciudades diferentes.
«Los potros de hierro», que este año cumplen 100 años desde su fundación, fue uno de los clubes que representaron a la Ciudad de México cuando se creó el primer campeonato profesional en 1943.

Allí ganó su primera liga en la temporada 1946-1947, mientras que su segundo título lo alzó casi medio siglo después en 1993.
Pero su historia está marcada por la irregularidad y eso hizo que su posición dentro de la jerarquía del fútbol en la capital mexicana fuera descendiendo en favor de otros clubes de mayor popularidad y peso.
En 2007 sus dueños decidieran hacer un cambio radical en el equipo y mudaron el club a 1.600 kilómetros de distancia al estadio Andrés Quintana Roo de Cancún, en Quintana Roo.
Aunque la nueva sede tuvo un impacto inicial sorprendente, ganando el campeonato Apertura en 2007 y la Copa de Campeones de la Concacaf en 2008, el presente del club es menos glamuroso desde que descendió de categoría en 2014.
( Fuente BBC)